Hace 80 años, en el Gran Mendoza se iniciaron y concretaron las obras de seguridad hidráulica más importantes. Con los diques San Isidro, Los Papagallos, Frías y Maure (a lo que se suman los zanjones y canales complementarios), los departamentos de Las Heras, Ciudad y Godoy Cruz por fin pudieron resguardar las condiciones de sus habitantes ante un eventual accidente aluvional.
Sin embargo, en aquel momento la zona de Chacras de Coria, Vistalba y parte de esa zona del pedemonte mendocino no se tuvo demasiado en cuenta ni estuvo entre las prioridades, más aún teniendo en cuenta que prácticamente no estaba habitada.
Pero en la actualidad, la realidad ha cambiado y la densidad poblacional en esas zonas de Luján de Cuyo y Las Heras tiene un importante desarrollo. Es por esto que desde hace casi 40 años está prevista la construcción de dos diques contenedores en el lugar.
Pasando en limpio: por distintos motivos se ha postergado la construcción de ambos diques, el proyecto ha tenido actualizaciones y el par de presas -junto a sus cinco obras complementarias- asoman aún lejanas. Porque, según indicaron desde la dirección de Hidráulica, están a la espera de financiamiento nacional para poder llevarlas adelante.
Según especificó el director de esa área se precisan cerca de 300 millones de pesos y ya han sido solicitados al Fondo Hídrico Nacional y al Plan de Defensa contra Inundaciones (también dependiente de la Nación), pero todavía no hay avances y los proyectos siguen estancados.
"En un escenario optimista en el que se consigan los fondos, recién a fines de 2014 o principios de 2015 estaríamos empezando a construir las presas. Pero hay que destacar que en estos últimos años se ha avanzado, más si tenemos en cuenta que desde la década del 70 está el proyecto", sostuvo Marcelo Toledo, director de Hidráulica.
En tanto, en los lugares donde están previstas las obras hay familias que se resisten y el Gobierno no descarta la opción de expropiar el terreno a una familia de puesteros.
"No sé por qué están empecinados en hacer diques cuando en todo el mundo se avanza con pozos de absorción y contención", indicó Sergio De la Torre, propietario de lotes de la zona en cuestión.
Necesario
Entre las décadas del 30 y el 40, aprovechando las "ventanitas" que quedaban al oeste del área metropolitana, entre la zona alta del pedemonte -de donde llegan los cauces- y la cerrillada que linda con las zonas urbanizadas, se planificaron los diques mencionados. Al mismo tiempo se construyeron los zanjones o canales Los Papagallos, Los Ciruelos, Frías, Maure, Sosa, Tejo, Viamonte y el Cacique Guaymallén.
"Todas estas obras se hicieron con la idea de tener presas para que no haya que lamentar una tragedia ante una catástrofe aluvional y que además tengan contención y vías de evacuación", explicó Toledo para contextualizar la historia de los diques del pedemonte.
En enero del '70, luego de que se registraran fuertes e intensas precipitaciones en algunos sectores del oeste mendocino, la presa Frías se rompió y produjo una tragedia en el Gran Mendoza, con un saldo de 24 muertos y cuantiosos daños.
En ese momento, aprovechando los estudios que se hicieron para reconstruir el dique Frías, se tomó la decisión de sumar dos nuevos diques en Chacras de Coria: el Tejo (conocido como Chacras) y el Sosa (a la altura del colector que lleva ese nombre, a la altura de Panamericana y Pueyrredón).
"En 1981, la Dirección de Hidráulica contrató una consultora y se fijaron las características de ambos paredones. Pero nunca se avanzó y entre 2006 y 2008 hubo que hacer una actualización de la obra, teniendo en cuenta las características en el lugar y el crecimiento de la población allí", continuó el funcionario.
Mientras que el proyecto del año 81 contemplaba que la presa Chacras tuviese 38 metros de altura, se la redujo a 21 metros. En la Sosa, en tanto, la obra prevista pasó de tener 19 metros a 12, siempre manteniendo y optimizando la contención y regulación de agua. Además están previstas como obras complementarias la construcción del colector Blanco Encalada II (prolongación del I), los colectores Sosa y Chacras y los trasvases de Los Papagallos a Frías y de Maure a Chacras.
"En total se necesitan 300 millones de pesos y la obra más cara de las siete es el dique Chacras, que está estimado en 20 millones de dólares. Estamos a la espera de que la Nación nos gire esos fondos. Independientemente de esas gestiones, también podemos aprovechar los estudios del Desarrollo de áreas metropolitanas del interior (DAMI) -que prevé estudiar el pedemonte y es parte del Plan de ordenamiento territorial- y los del FAO (Banco Mundial) para apurar las obras, ya que son programas que incluyen el tema del riesgo aluvional", continuó Toledo.
"Son obras fundamentales para dar seguridad actual a las presas ya existentes y para poder ordenar el desarrollo futuro. No son obras prohibitivas, no vamos a prohibir el desarrollo, todo lo contrario: vamos a potenciarlo", se defendió ante la preocupación de algunas familias que viven o tienen tierras en las zonas donde están proyectados los diques.
Atraso y polémica por los diques antialuvionales en Chacras
El Gobierno dice que cuestan $ 300 millones y espera fondos nacionales. Propietarios de la zona prefieren pozos de contención y absorción.
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