Atrapan al terrorista más buscado por los atentados en París

Salah Abdeslam, yihadista prófugo de los ataques de noviembre y el criminal más buscado de toda Europa, fue detenido después de un nuevo y gran operativo de la policía belga en el barrio de Molenbeek, en Bruselas.

Atrapan al terrorista más buscado por los atentados en París

Salah Abdeslam, sospechoso clave de los atentados del 13 de noviembre que dejaron 130 muertos en París, fue detenido ayer en una gran operación policial en Bruselas.

Según la policía francesa, Abdeslam, que estaba prófugo desde los ataques del 13 de noviembre, sufrió heridas en una pierna. “Lo agarramos”, escribió en un tuit el secretario de Estado belga para Inmigración, Theo Francken y disparó la noticia.

La policía belga había lanzado un operativo desde tempranas horas de ayer en el barrio popular de Molenbeek, donde varios de los atacantes de París se refugiaron tras su huida de Francia.

Las autoridades decidieron esta operación tras hallar huellas de Abdeslam en un edificio allanado el martes en Bruselas. El primer ministro belga, Charles Michel, abandonó la cumbre europea en la que participaba para dirigirse a sus oficinas, donde se le unió el presidente francés, François Hollande.

“Seguimiento de las operaciones policiales con el presidente” François Hollande, tuiteó el premier belga, publicando una foto en donde se lo ve junto al mandatario francés y los ministros de Interior, Jan Jambon, y de Justicia, Koen Geens.

El presidente francés está “en la oficina” del jefe de gobierno belga, indicó el entorno de Hollande. “Siguen de cerca los acontecimientos” en curso, añadió precisando que las operaciones de la policía continuaban”.

El plan del protagonista

Salah Abdeslam, de 26 años, es sospechoso de haber desempeñado un papel clave a nivel logístico en los atentados yihadistas de noviembre, que conmocionaron a Europa.

Al día siguiente de los ataques abandonó París con la ayuda de cómplices. Ahí la autoridades perdieron su rastro hace cuatro meses en Bruselas.
No hay certezas sobre los lugares en los que estuvo desde el 14 de noviembre cuando la policía belga perdió su rastro en la comuna de Schaerbeek, en Bruselas, aunque algunos medios europeos han trazado su recorrido.

Según las informaciones de prensa, se habría escondido durante tres semanas en un departamento que allanó la policía el 10 de diciembre y en donde encontró rastros suyos. Ayer, “luego de las advertencias usuales, la policía lanzó un asalto”, describió un responsable local de Molenbeek que pidió el anonimato.

"Una persona, joven, pequeña y con una gorra, huyó, quizás por pánico. Fue alcanzada por un disparo de la policía y evacuada en ambulancia", dijo.
Durante la operación contra la vivienda en Molenbeek dos personas resultaron heridas, confió el alcalde de esta comuna, Françoise Schepmans, sin confirmar no obstante las identidades.

Mientras que otras versiones indican que Abdeslam y su cómplice fueron localizados gracias a que hicieron una llamada telefónica a un tercer hombre que estaba bajo vigilancia. La comunicación fue interceptada y eso permitió la intervención.

Sello del Estado Islámico

La búsqueda de Salah Abdeslam se aceleró brutalmente esta semana cuando un equipo de policías belgas y franceses se aprestaban a proceder a un allanamiento presentado por las autoridades como “de rutina”.

Apenas se abrió la puerta del departamento estalló un “breve pero intenso tiroteo” en el que cuatro policías resultaron heridos.

La policía lanzó entonces una importante operación y cerró el sector. Dos sospechosos habrían logrado huir. Un tercero fue ultimado por un francotirador de las fuerzas especiales cuando se aprestaba a disparar desde una ventana, según el relato de la fiscalía.

Junto al cuerpo de esta persona, identificada como Mohamed Belkaid, un argelino de 35 años, las autoridades hallaron un fusil Kalashnikov, un libro sobre el salafismo y una bandera de Estado Islámico.

Según la fiscalía belga este hombre, conocido antes bajo la falsa identidad de Samir Buzid, era buscado por sospechas de apoyo logístico a los autores de los atentados de París.

Según la televisión pública flamenca, VRT, el nombre de Mohamed Belkaid figura en las listas de combatientes de Estado Islámico reveladas la semana pasada por la prensa. El canal afirma que era voluntario para cometer un atentado suicida.

El hermano de Salah, Brahim, formaba parte del comando que atacó las terrazas de café parisinas el 13 de noviembre. Murió al accionar el chaleco explosivo que usaba.

Ahora la policía también busca a otro sospechoso, Mohamed Abrini, de 30 años, filmado el 11 de noviembre en una estación de servicio de la autopista entre París y Bruselas junto a Salah Abdeslam.

Por qué no se inmolaron todos

El diario “El Mundo” de España responde algunos interrogantes sobre el accionar del atentado. ¿Por qué Salah Abdeslam no se inmoló, por qué huyó a Bélgica en la mañana del sábado? Y un alto mando de la lucha antiterrorista en Europa lo responde: “Porque era el jefe. Él había reclutado a los miembros de los comandos y tiene que seguir haciendo esa labor”.

La idea de que los integrantes de los grupos yihadistas que cometen atentados son todos unos descerebrados que se inmolan por motivos religiosos esperando a que Alá los premie por ello no es del todo cierta. Los jefes, por lo que parece, tienen indulgencia... y una mayor esperanza de vida.

A medida que la investigación sobre los atentados de París va aportando nuevos datos surgen también nuevas incógnitas.

Por ejemplo: ¿Tiene sentido que tres terroristas se inmolaran en las afueras del Estadio de Francia con un intervalo de media hora entre las tres explosiones con el pobre resultado de haber provocado una sola víctima mortal -a parte de ellos mismos, claro-? Ése es uno de los interrogantes que tiene más despistados a los investigadores...

La guarida de los dos hermanos

Puertas y ventanas cerradas, luces apagadas y señales de abandono. En una de las fachadas, fuera de lugar, una bandera belga. En la otra, promociones de conciertos y desayunos y un cartel escueto: “Establecimiento cerrado por el consumo de sustancias alucinógenas prohibidas”.

El 5 de noviembre la Policía de Bruselas cerró el bar Les Beguines, en el 47 de la calle del mismo nombre, propiedad hasta unas semanas antes de los hermanos terroristas Ibrahim y Salah Abdeslam. El primero estalló en pedazos el viernes 13 tras los ataques que dejaron decenas de muertos en la sala Bataclan de París y varios restaurantes. El segundo huyó y ayer cayó abatido.

El café era su centro de operaciones, donde se reunían a ver partidos de la Champions entre semana, "jugar a la Playstation en los sofás y beber (cerveza) Jupiler", según explican sus amigos. Y, además,  donde cree la Policía se podían ver discretamente con radicales para preparar la logística de la peor matanza en Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

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