El gobierno de Afganistán informó ayer que el saldo de víctimas del masivo atentado del sábado de los talibanes con una ambulancia bomba en el centro de Kabul, la capital, siguió creciendo y ya alcanzó los 103 muertos y los 235 heridos.
El ministro del Interior afgano, Wais Ahmad Barmak, explicó que al menos 8 heridos críticos fallecieron en las últimas horas y advirtió que aún quedan muchas personas en estado grave en los hospitales de la capital afgana. Barmak, además, precisó que entre los heridos hay 35 policías.
Se trató del más letal atentado en Afganistán en lo que va del año y el segundo más mortífero en Kabul en 8 meses, después de que hace una semana un comando de 6 milicianos talibanes atentaran contra civiles en el Hotel Intercontinental de la capital afgana y mataran a más de una veintena de personas, 14 de ellas extranjeros.
El ataque del sábado se produjo en la plaza Sadarat, en las proximidades del antiguo Ministerio del Interior y cerca de unas instalaciones del Directorio Nacional de Seguridad, la agencia de inteligencia afgana. El suicida hizo estallar la carga delante de uno de los puestos de control que protegen el ingreso a la avenida que conduce a la sede de varias instituciones nacionales y extranjeras, entre ellas la delegación de la Unión Europea y a una escuela secundaria de mujeres.
El atacante suicida se subió a una ambulancia en el estacionamiento del hospital Jamhuriat, situado en la zona, colocó los explosivos en el vehículo y, desde allí, se dirigió hacia las instalaciones del Ministerio, hacia la Plaza Sadarat. La ambulancia pudo saltarse todos los controles y, por eso, logró explotar en una zona con comercios y mercados muy concurridos.
Según la ONU, casi 3.500 civiles fallecieron en el conflicto afgano y otros 7.920 resultaron heridos en 2016. Mientras la misión no difundió aún las cifras de 2017, el inicio de 2018 es prueba de que la situación en el país de Asia Central no ha mejorado, después de la invasión estadounidense de 2001 y de la ocupación norteamericana y de la OTAN que duró más de una década.