Dos soldados turcos murieron y otras decenas resultaron heridos ayer en un atentado suicida de la rebelión kurda, mientras Ankara proseguía con sus bombardeos contra las bases del PKK en Irak.
Según el ejército, un tractor repleto de explosivos se empotró ayer contra un edificio de la gendarmería en los alrededores de la ciudad de Dogubayazit, cerca de la frontera iraquí.
Es el primer ataque de este tipo desde que la tregua entre la guerrilla y el ejército turco se rompió hace unos diez días.
Dos soldados murieron y 31 resultaron heridos, "cuatro de ellos de gravedad", afirmó el ejército. Los medios de comunicación turcos aseguraron que los rebeldes tendieron luego "una emboscada" para obstaculizar la llegada de los socorristas.
El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) reivindicó el atentado, añadiendo en un comunicado que "había decenas de soldados muertos".
Según imágenes transmitidas por las televisiones, el tejado y una de las fachadas de la gendarmería quedaron destrozados.
En otro ataque atribuido el domingo al PKK, un soldado turco murió y otros siete resultaron heridos por la explosión de una mina al paso de un convoy militar en una carretera de la provincia de Mardin (sudeste).
Desde que el PKK retomó el 22 de julio sus ataques, al menos 17 miembros de las fuerzas de seguridad turcas han perdido la vida y otras decenas resultaron heridas.