Era una tarde agradable de otoño en Manhattan. Los 10 amigos argentinos habían llegado el domingo a Nueva York y habían hecho lo que la mayoría de los turistas disfruta cuando llega a la Gran Manzana: pasear por las amplias avenidas, ver los lugares emblemáticos y comprar regalos para sus familias.
Pero en un segundo de terror, los paquetes quedaron desparramados en la calle, manchados de sangre, rodeados de cadáveres y de desesperación, según contó el cónsul argentino, quien fue el primero en tomar contacto con los cuatro sobrevivientes.
Murieron cinco compatriotas y el sexto, que permanece internado en terapia intensiva, aún no sabe el destino fatal de sus amigos.
Los argentinos habían decidido dar un paseo en bicicletas alquiladas desde el sur de la isla hacia el norte, a la vera del río Hudson, cuando un terrorista embistió con su vehículo a peatones y ciclistas en una bicisenda en el bajo Manhattan.
El organizador
Se encargó de muchos detalles de la organización y hasta ayudó económicamente a solventar los pasajes ante las dificultades económicas de algunos de sus amigos.
Ariel Erlij tenía 48 años. Fue quien más empujó para concretar el viaje de 10 amigos a Estados Unidos para celebrar a lo grande el 30° aniversario de graduación.
Era un empresario industrial en crecimiento. Tenía 3 hijos, era fanático de Rosario Central y vivía en un barrio privado en Funes, localidad próxima a Rosario.
Erlij estuvo en el aeropuerto de Fisherton el sábado a la tarde, cuando el grupo emprendió viaje a Nueva York previa escala en San Pablo.
Ariel Erlij fue quien más empujó para concretar el viaje. Se encargó de los detalles y hasta ayudó económicamente a solventar los pasajes ante dificultades de algunos.
Pero él no se subió al avión. Cuestiones personales y de trabajo postergaron su salida. Despegó el día siguiente en un vuelo privado. También fue el mentor de diseñar una camiseta para identificar al grupo: es la que se ve en la última foto que se tomaron antes de salir de Rosario, con la palabra “Libre” en mayúsculas.
Era el dueño de Ivanar, una empresa local dedicada a la producción y comercialización de productos siderúrgicos.
A principio de este año decidió expandir el negocio. Había anunciado que iba a invertir 15 millones de pesos para levantar su segunda planta industrial, en la localidad bonaerense de Ramallo. Su idea era cortar la cinta en 2019.
Ayer sus empresas amanecieron en shock. En Ivanar los empleados no despertaban de la pesadilla. “Hay mucha tristeza, Ariel era un tipazo, muy querido por todos. No lo podemos creer”.
Qué pasó
Cecilia Piedrabuena es la esposa de Ariel Benvenuto, uno de los rosarinos que sobrevivió al ataque terrorista ocurrido ayer en Nueva York.
Su teléfono sonó por primera vez a las 16.45, cuando todavía no había trascendido información sobre lo sucedido en Manhattan. Era su marido: le avisaba que había pasado algo muy grave pero que él estaba bien.
“Me avisa que estaba bien, que no me preocupase, pero que se trataba de un atentado. Que él, Iván (Brajkovic) y Juan Pablo (Trevisan) estaban bien, pero que la situación era grave", narró la mujer, en declaraciones a LT8 de Rosario.
Y agregó que a las 20 su marido se volvió a comunicar y le contó la tragedia con detalles.
“Iban los 10 en bicicleta, en grupos de 2, charlando. Él iba más pegado al cantero central. A todos los que iban en la derecha los embistieron. Ariel sintió una acelerada y un vehículo que pasó por encima a sus 5 amigos. Calcula que iba a más de 150 kilómetros por ahora. Estuvo a 20 centímetros de que lo choque a él también", relató Cecilia.
Los cinco argentinos muertos en el ataque
Los cinco argentinos muertos en el atentado en Nueva York se habían conocido en los bancos del Instituto Politécnico de Rosario, donde se graduaron en 1987, un colegio secundario donde los alumnos forjan lazos “para toda la vida”.
Las autoridades y alumnos del colegio en el que estudiaron los cinco víctimas del ataque en Nueva York manifestaron ayer su profundo dolor y destacaron el compañerismo que unía a los fallecidos, que planearon largamente el viaje que segó sus vidas.
Eran diez los que viajaron a Manhattan para celebrar el 30 aniversario de su graduación en el 'Poli'.
“Es un golpe muy duro. Nadie se lo merece”, dijo Agustín Riccardi, alumno de sexto año y presidente del centro estudiantes del Instituto Politécnico Superior General San Martín de Rosario. Fabricio Castillo, también alumno del sexto año, dijo que los miembros del centro educativo están “en shock y dolidos”.