Los mosquitos se extienden en todo el mundo, pero cada especie tiene particularidades biológicas que determinan su lugar de vida y su comportamiento. Las especies conocidas necesitan del agua, pura o estancada, como medio para su reproducción. El agua puede estar en latas, tanques, cubiertas de automotores, bebederos, floreros, charcos, riachuelos, fosas, cuencas protegidas por hierbas o áreas pantanosas: cualquiera de estas formas resulta propicia para que el mosquito procree.
Es por esto que los climas cálidos, húmedos y lluviosos que generan mayor acumulación de agua favorecen la aparición de estos insectos.
Claves para protegerse
-Usar repelente que contenga un 25% de DEET en su fórmula ya que tienen mayor eficacia y duración.
-Realizar una consulta médica pre viaje para que el especialista asesore sobre vacunas recomendadas o requeridas, así como sobre medicación antimalárica.
-Vestir con pantalones y camisas de algodón, color claro y manga larga al salir o ponerse el sol o rodeando zonas de aguas estancadas.
-Evitar las salidas al aire libre al amanecer y al anochecer.
-Dormir en áreas protegidas, con mosquiteros en puertas y ventanas.
-No usar perfume porque los olores fuertes y el sudor atraen a estos insectos.
-Evitar que los recipientes, externos e internos, contengan remanentes de agua en donde pueda desarrollarse.
Uso adecuado del repelente
Elija repelente de insectos que contenga DEET en un 25% de su fórmula porque es más efectivo y su composición brinda 5 a 8 horas de protección. Puede aplicarse sobre la piel, pero evite el contacto con ojos y boca para no padecer irritaciones o enrojecimientos.
La permetrina y otros compuestos piretroides pueden aplicarse sobre la ropa o las mallas que cubren las camas.
En caso de aplicarle repelente a un niño debe tener en cuenta que no deben quedarle restos en las manos para que no corra riesgo de ingerirlo. Si se trata de bebés, hay que optar por un producto que contenga baja concentración de DEET (5-7%, protege de una a 2 horas), porque el uso continuo puede producirle convulsiones.
Algunas enfermedades transmitidas por mosquitos
Dengue: es un virus transmitido por el mosquito Aedes. Síntomas: fiebre, dolor detrás de los ojos al moverlos, de cabeza, articulares y musculares, náuseas y vómitos. La mejor forma de prevención es eliminar los envases que sirven de criadero y evitar la picadura.
Malaria: es una enfermedad parasitaria transmitida por el mosquito Anopheles. Síntomas: fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, a veces también puede haber vómitos, diarrea y tos. De no recibir tratamiento a tiempo, puede
comprometer la salud general del paciente. Los niños y las embarazadas son grupos de riesgo. Para prevenir hay que consultar al médico especialista para que indique los medicamentos que deben tomarse antes, durante y después de la travesía; también hay que usar repelentes y adoptar otras medidas para protegerse de la picadura.
Fiebre amarilla: es un virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti en áreas urbanas y por los Haemogogus y Sabethes en la selva. Síntomas: ictericia (coloración amarillenta de la piel), fiebre, dolores musculares, vómitos o delirio. Si no se trata a tiempo puede evolucionar en casos graves que pueden provocar la muerte. Prevención: vacuna y uso de repelente. Si viaja a una zona de riesgo, realice una consulta al médico especialista por lo menos 2 semanas antes de partir, para recibir la información y el asesoramiento adecuados.
Chikungunya: es una fiebre causada por el Alphavirus, transmitido por el mosquito Aedes aegypti. Prevención: no hay medicación disponible, evitar la picadura del mosquito con repelentes y ropa adecuada y proteger puertas y ventanas para evitar el ingreso del mosquito.
Encefalitis virales: japonesa, de San Luis, del Valle de Murray y Fiebre del Nilo Occidental o west nile son infecciones ocasionadas por el virus Flavivirus y transmitidas por los mosquitos Culex o Aedes. Prevención: aplicación de repelente y otras medidas para evitar las picaduras. Sólo existe vacuna efectiva contra la
encefalitis japonesa recomendada para aquellos que viajan a Asia, pero no está disponible en muchos países.
Si viaja a una zona con presencia de alguna de estas patologías y tiene fiebre durante el viaje o al regresar, consulte al médico de inmediato y menciónele su itinerario. Recuerde que, si visitó un área con malaria, el médico siempre debe descartar la enfermedad mediante un análisis de sangre.
Fuente: Ministerio de Salud Mendoza