Dicen que no hay mal que dure cien años...Y aunque no pasó ese centenar, para Atenas ganarle a Rivadavia era todo un desafío ya que arrastraba tres derrotas consecutivas. Por eso el triunfo de anoche se festejó como un título. Y no es para menos. El Apache terminó con su karma.
Desde el salto inicial, el Apache se plantó con una defensa escalonada sobre Grenni y Trejo, neutralizando así gran parte del poderío ofensivo del rival. Mientras que en la otra mitad de la cancha, con paciencia y casi jugando sobre el límite de los 24’’, Atenas tuvo excelentes porcentajes de campo mediante la efectividad de Joel Sierra (14 puntos en el primer cuarto) y luego también encontraron el canasto tanto Caniche Estalles como Agustín Paparini. Así el dueño de casa se fue al descanso largo diez arriba: 40-30, ante un rival que buscó alternativas en el banco, pero las mismas no aportaron soluciones a un juego parejo del quinteto de Noria.
En el segundo tiempo, Atenas siguió defendiendo fuerte en el uno contra uno y estiró la diferencia a una máxima de 19 (62-43), gracias a un buen ingreso de Mariani. Sin embargo Rivadavia cambió un poco la cara y achicó la ventaja: 63-54, con algo más de 8’ por delante. Parecía que arrancaba una historia nueva. Pero se hizo un juego de golpe por golpe, como en el boxeo. Así las cosas, Atenas pudo sacarse la mufa y finalmente cantó victoria sobre Rivadavia.
Lo que viene. Atenas visitará a Bahiense del Norte el 6 de marzo, mientras que Rivadavia también se presentará afuera de la provincia cuando visite al Club Atlético Atenas de Carmen de Patagones. Dos días después, en ese weekend, el Naranja visita a los patagoneses, mientras que el Apache hará lo propio ante Olimpo de Bahía Blanca.