La empresa Atanor cerró ayer de manera definitiva dos de sus plantas químicas, ubicadas en las localidades bonaerenses de Baradero y Munro, y despidió a 136 trabajadores.
Sindicalistas del sector denunciaron que el cese de actividad de las fábricas respondió al incremento de las importaciones en el país y la compañía lo rechazó, para sostener luego que cambió el foco de sus inversiones y pasó a dar prioridad a los herbicidas.
Según indicaron a la agencia DyN voceros de la empresa, Atanor continuará con el funcionamiento de sus plantas en las localidades bonaerenses de Pilar y San Nicolás, y en Río Tercero, provincia de Córdoba.
“Atanor continúa con su proyecto de inversiones por 70 millones de dólares para los próximos cinco años destinadas a promover sinergias que permitan seguir ofreciendo un servicio y productos de alta calidad a sus clientes”, aseguró la compañía en un comunicado de prensa. Amplió: “Esta decisión de negocio implica concentrar sus esfuerzos en sus plantas de síntesis y formulación ubicadas en San Nicolás y Pilar, en la provincia de Buenos Aires y Río Tercero, en Córdoba”.