Un grupo de alrededor de 10 personas lanzó ayer piedras contra el vehículo en que se desplazaba el presidente Mauricio Macri en la localidad neuquina de Villa Traful antes de encabezar un acto de inauguración de obras públicas, lo que causó la rotura de dos vidrios del auto y siete manifestantes del gremio de ATE fueron demorados.
Este es el segundo episodio de agresión con piedras que sufre el Presidente desde que asumió -uno similar se produjo en agosto pasado en Mar del Plata a manos de manifestantes que rechazaban el ajuste económico- y en este caso, las autoridades neuquinas lo atribuyeron a manifestantes del gremio de empleados estatales ATE llegados desde Neuquén capital.
Tras el incidente, que derivó en la rotura de dos vidrios del automóvil en el que Macri se desplazaba hacia la villa turística Traful, el Presidente continuó con el acto programado en el que inauguró un centro turístico y pidió “un futuro sin violencia, porque de nada sirve agredirnos, estar divididos cuando tenemos que estar todos juntos a la hora de reducir la pobreza, de derrotar al narcotráfico, de mejorar la seguridad de los argentinos y de incorporar al mundo a nuestro país”, afirmó.
Ni bien ocurrió el incidente alrededor de las 11 de la mañana, desde la Casa Rosada se emitió un comunicado oficial.
El incidente fue previo al acto en el cual Macri evitó mencionar puntualmente el hecho, aunque de la misma manera que lo hizo en Mar del Plata, pidió avanzar en “un futuro sin violencia” porque dijo, “de nada sirve agredirnos o estar divididos”.
En tanto, el secretario general de ATE Neuquén, Carlos Quintriqueo, remarcó que el escrache realizado contra el Presidente fue “contra la política de ajuste”, pero el dirigente gremial aclaró que “no” se hacía “cargo de las piedras”.
“Fuimos a manifestarnos para hacerle conocer el descontento por los despidos que se están dando en la provincia. Nos hacemos cargo del repudio, pero no nos hacemos cargo de las piedras”, subrayó el sindicalista en declaraciones a Crónica TV y respondió a Macri al señalar que “la primera violencia son los despidos, dejar a las familias sin trabajo”.
Según el intendente de la villa turística, Nicolás Lagos, los responsables del ataque “eran del gremio de ATE llegados desde Neuquén”, mientras que desde el sindicato admitieron un acto de “repudio” al mandatario pero rechazaron haber lanzado piedras.
A pesar del incidente, la agenda del jefe de Estado continuó “en forma normal”, subrayó la Presidencia en el comunicado de prensa.
En tanto, al mediar la tarde, siete personas fueron trasladadas a la comisaría de San Martín de los Andes acusadas de ser las presuntas agresoras del presidente Macri en la localidad neuquina de Villa Traful.
El de ayer es el segundo ataque similar contra el jefe de Estado, luego del registrado el 12 de agosto pasado en Mar del Plata, cuando debió ser evacuado de urgencia durante un acto de inauguración de viviendas en el barrio Belisario Roldán.
"En 2017 vamos a volver a crecer"
El presidente Mauricio Macri aseguró que “más allá de las dificultades, este ha sido un año positivo” y se han “creado las condiciones para salir de cinco años de estancamiento”, por lo que volvió a pronosticar que “en 2017” la Argentina “va a crecer”.
En un alto de las vacaciones que desde el domingo pasado disfruta junto a su familia en la localidad de Villa La Angostura, en la provincia patagónica, Macri encabezó un acto en el que aseveró: “Sabiendo que hemos compartido un año difícil, hemos creado las condiciones para salir del estancamiento” y remarcó que en “2017 vamos a crecer, pero lo importante no es crecer un año o dos sino crecer 20 años consecutivos, eso es lo que nos va a permitir planificar y desarrollarnos”.
El jefe del Estado también mantuvo un encuentro con guardaparques nacionales en medio de versiones sobre la posibilidad de avanzar en otros cambios de gabinete.