Con los ejes puestos en una fuerte impronta para reunir consensos y ampliar la matriz productiva con el objetivo de generar el desarrollo provincial, asumió Rodolfo Suárez, el décimo gobernador desde el retorno de la democracia, y quinto radical. El ex intendente de la Capital fue el protagonista principal de una fiesta de la Unión Cívica Radical, que luego de 16 años pudo festejar un traspaso de mando del mismo color político, con Alfredo Cornejo como mandatario saliente.
"Abrir las puertas de la Casa de Gobierno" y "repensar nuestro desarrollo" fueron las frases fundamentales con las que Suárez se presentó ante la sociedad, esta vez ya con el traje del gobernador número 47 de la historia de Mendoza.
En su discurso dejó sentadas las bases de lo que pretenderá en su flamante gestión, en la que hizo foco en el diálogo, la minería y Vaca Muerta.
"Me han honrado de una manera estremecedora, depositando en mí el orgullo, confianza y honor de que desde hoy, y por 4 años más, sea quien esté a cargo de la provincia. A ustedes quiero expresarles estas emociones que me conmueven y emocionan mucho. Una emoción que me cuesta ocultar pero que debo hacerlo porque estamos en un acto fundamental de la democracia".
Con una fuerte presencia de la militancia, apostada en tribunas a los costados de la explanada de la Casa de Gobierno (y en calle Virgen del Carmen), Cornejo entregó los atributos, deseó al nuevo gobernador éxitos y sostuvo que estará a su lado para aconsejarlo (ver aparte).
Además de los nuevos ministros y secretarios, que juraron luego de la entrega del bastón de mando y la banda, asistieron los siete ministros de la Suprema Corte de Justicia, el fiscal de Estado, Fernando Simón, y la tropa radical de funcionarios y legisladores provinciales y nacionales.
No hubo ninguna figura de la oposición en este acto, a diferencia de la Legislatura, en la que sí asistieron algunos intendentes del peronismo.
La gran diferencia de los discursos de Casa de las Leyes y la Casa de Gobierno, ya que ambos discursos fueron similares, con el enfoque en ser un "gobierno del diálogo", y hacer despegar a una provincia que "ordenó el Estado y las cuentas gracias al gran trabajo de Cornejo" y que tiene la "oportunidad" para mirar hacia el desarrollo de manera integral, tanto en sus economías regionales, como también abriendo el camino a la minería sostenible y el petróleo, específicamente Vaca Muerta.
También dedicó unas palabras al presidente electo, Alberto Fernández: "Este gobernador va a estar trabajando junto al nuevo gobierno nacional para defender el interés de Mendoza. Estoy convencido de que si Argentina encuentra el rumbo y a este gobierno le va bien, les aseguro que a los mendocinos nos irá mucho mejor, porque hemos tenido un gobernador de lujo, como lo ha sido Cornejo", destacó.
Finalmente, el Gobernador se emocionó al momento de agradecer a todos los que lo ayudaron a llegar a este cargo, sobre todo cuando mencionó a sus padres, su familia y a Víctor Fayad, a quien, sin nombrarlo, lo nombró como "uno que no está pero que seguramente estoy cumpliendo su sueño".
