Alexander Van der Bellen, de 73 años, prestó ayer juramento como el nuevo presidente federal de Austria, con lo que se convirtió en el primer ecologista elegido como jefe de Estado de un país miembro de la Unión Europea (UE).
Van der Bellen ganó el año pasado una complicada elección, que incluyó una anulación, un aplazamiento y una repetición, contra el candidato ultraderechista Norbert Hofer. En la tercera vuelta celebrada el pasado 4 de diciembre, el ecologista se impuso con un 53,8% de los votos, después de que la segunda ronda del 22 de mayo fuera invalidada por el Tribunal Constitucional por irregularidades formales en el recuento del voto.
Ante los diputados de ambas cámaras del Parlamento, Van der Bellen prestó ayer en Viena juramento como presidente federal de la república alpina, un cargo que ocupará los próximos seis años.
En su primer discurso como presidente, Van der Bellen destacó que hoy se conmemora el Día Internacional de Holocausto, cuyos crímenes calificó como los “peores en la historia de la humanidad”. Para Austria, que fue tanto víctima como victimario en ese período, se trata del “capítulo más oscuro de su historia”, agregó el nuevo presidente austríaco.
La UE como proyecto de paz “se merece todos los esfuerzos” para seguir adelante, concluyó Van der Bellen, quien a diferencia de su rival ultraderechista es un declarado europeísta.
Debido a la invalidación de las elecciones de mayo, Austria estuvo durante casi ocho meses sin presidente federal. Las funciones presidenciales fueron asumidas en ese período por los tres presidentes del Parlamento.