Si bien el hombre pisó la Luna y mandó sondas espaciales a lugares recónditos de la Vía Láctea, nunca se logró establecer contacto con la vida extraterrestre. Un grupo de astrónomos de Gales explicó la razón por la que los seres humanos no encontraron a otros seres en el universo en millones de años de historia.
De acuerdo a la investigación de Jane Graves y Phil Cigan, de la Universidad de Cardiff (Gales), sean cuales sean las condiciones de un planeta, la vida no surgirá allí si no hay suficiente cantidad de fósforo. Como la distribución de este elemento en el cosmos se produce de forma aleatoria, algunas regiones están más "favorecidas" sobre otras, motivo por el cual la vida no abunda en nuestra galaxia.
El fósforo es un elemento esencial para la vida, pero su presencia y, sobre todo, su cantidad, puede no ser más que una simple cuestión de suerte que, en este caso, benefició a la Tierra. Así, el fósforo le dio la espalda a varios planetas de la Vía Láctea, igual o mejor preparados que el nuestro para que la vida comenzara.
La mayor parte del fósforo del universo se creó durante los últimos destellos de estrellas masivas agonizantes y en el transcurso de explosiones de supernovas, cuando esas estrellas agotan su combustible, se colapsan y estallan después con inusitada violencia, indicó el diario español ABC.
Como el fósforo es díficil de observar durante este tipo de eventos, los astrónomos se vieron obligados a esperar hasta 2013 para realizar las primeras mediciones de este elemento durante una explosión estelar. Como resultado, los investigadores detectaron fósforo entre los tenues restos de una supernova denominada Cassiopeia A.
Para sorpresa de los especialistas, allí hallaron hasta 100 veces más fósforo de lo que se observa, en promedio, en el resto de la Vía Láctea.
La conclusión del estudio de los astrónomos apunta a que "tener fósforo en abundancia en todas partes, listo para su 'cosecha', es algo que no está en absoluto garantizado. Parece más bien que la suerte juega aquí un papel más importante".