En las últimas semanas dos hombres fueron asesinados frente a su familia. El primer caso ocurrió el 30 de agosto en Russell, Maipú, donde Eulogio Maizares (62) fue ultimado de un tiro en el pecho por dos ladrones que llegaron a su vivienda, ubicada en calle Maza Sur al 2.100. Dos días después, el arquitecto chileno Francisco Argandoña fue asesinado de dos puñaladas por delincuentes en su casa de Chacras de Coria. Su hija estaba en la vivienda donde se cometió el crimen.
Las víctimas colaterales de hechos como los descritos padecen las secuelas psicológicas y hasta físicas de la violencia. Pero hay un equipo interdisciplinario de profesionales que les ofrece desde asistencia psicológica hasta asesoramiento legal. Los miembros del Centro de Asistencia a Víctimas del Delito (CAVD) están de guardia las 24 horas, todos los días del año.
El objetivo es brindar los primeros auxilios psicosociales a los damnificados por delitos de inseguridad, así como tratamiento psicológico, asistencia social y asesoramiento legal, para tratar de revertir los daños ocasionados por el hecho. Lo que también buscan es disminuir el nivel de angustia y ansiedad de quienes han sufrido los hechos.
Los más de 20 profesionales del CAVD, entre los que se cuentan policías especializados, licenciados en Minoridad y Familia, trabajadores sociales, abogados y psicólogos, son alertados cuando un hecho violento se produce en la provincia a través del Centro Estratégico de Operaciones.
Con el delito consumado, los profesionales llegan a brindar la contención en crisis de las víctimas. Visten de civil y unos chalecos los diferencian de los peritos, policías, médicos y funcionarios judiciales que colman el lugar tras un hecho de estas características.
El CAVD trabaja en casos de homicidios, siniestros viales, secuestros, abusos sexuales y asaltos violentos. "Muchas veces los familiares están perturbados y no saben dónde hacer determinados trámites, ni cómo actuar. Entonces se les brinda contención psicológica y asesoramiento. Además, hacemos el trabajo de vínculos con diferentes sectores públicos (unidades fiscales, Cuerpo Médico Forense, áreas sociales municipales) y hasta les sacamos turnos en hospitales si fuera necesario", explica la directora de Asistencia a las Víctimas, la abogada Elizabeth Ormezzano.
Y agrega: “Llegamos al lugar del hecho en un móvil de civil y nos presentamos. Va el operador, que es personal policial, presentamos a la profesional que va a asistir a las víctimas y empieza a trabajar desde la contención psicológica”.
"Brindamos asistencia a los familiares directos o los más cercanos a la víctima. Se trabaja durante muchas horas en el lugar: desde que avisa el 911, cuando se llevan el cuerpo -en caso de homicidio- y hasta que trabaja Policía Científica. Por ejemplo, se les explica que la casa va a quedar con consigna para continuar con las pericias", enumera Ormezzano.
Y suma: "Trabajamos muy fuerte con las victimas presenciales", en referencia a los vulnerables testigos directos de una agresión.
Según detalla la funcionaria, el profesional que establece el primer contacto acompaña a la víctima en todo el proceso. Así se crea un vínculo muy fuerte que, en la mayoría de los casos, se agradece y perdura. "Algunos pasan meses con el acompañamiento y otros duran días. Es muy variable y difícil de establecer un período de tiempo específico, depende de cada caso y de las personas involucradas, depende de las familias, de las personalidades. Algunos confían, otros no", detalla el subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul, de quien depende el área de Asistencia a las Víctimas.
"En más del 90 por ciento de los casos nos agradecen", añade Majul. Sin embargo, por las circunstancias del momento y el extremo dolor, que suele llegar acompañado de bronca, muchos desisten de los servicios del CAVD, advierte el funcionario.
En ocasiones el seguimiento y acompañamiento se realiza en la misma vivienda donde ocurrió el hecho. En otras, quienes aceptan la ayuda de "la parte blanda del Ministerio de Seguridad" -como la llaman sus integrantes- concurren a sesiones en la sede central del CAVD, ubicada en calle Huergo 397 de Godoy Cruz. El organismo también tiene sedes en San Rafael, en Valle de Uco y en el Este provincial.
