En la zona donde comenzó el contagio del coronavirus, la ciudad china de Wuhan, en las primeras horas del lunes en aquel país, comenzó a funcionar un nuevo hospital que fue construido para combatir la enfermedad mortal en tan solo diez días.
Cuando el virus ya se cobró 360 vidas en Chinas y una en Filipinas, el nuevo centro asistencial comenzará a funcionar con una capacidad de mil camas y con 1.400 profesionales de la salud trabajando allí.
El Hospital Huoshenshan (Montaña del Dios Fuego), contará con 950 trabajadores de hospitales de la Fuerza Conjunta de Apoyo Logístico de las Fuerzas Armadas y 450 de universidades sanitarias del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea que ya se encuentran en Wuhan.
Así mismo, habrá a disposición un equipo de 15 expertos dedicados especialmente a evitar los contagios dentro del hospital.
Entre los profesionales que brindarán sus servicios en el nuevo nosocomio hay especialistas con experiencia en la lucha contra el SARS del Hospital de Xiao Tangshan de Pekín o que participaron en la misión contra el ébola en Sierra Leona y Liberia.
Las autoridades chinas confirmaron el las primeras horas del lunes en aquel país 56 nuevas víctimas fatales registradas en la provincia de Hubei. En la misma región también se registraron 2.103 nuevos casos confirmados de contaminación, según las fuentes, y así el total de personas infectadas ya asciende a 16.480.
Durante el domingo, Filipinas dio a conocer la primera muerte fuera de China a causa de esta epidemia. Se trata de un hombre chino de 44 años que llegó a territorio filipino proveniente de Wuhan.
En tanto que los países del G7 -Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, todos con casos ya confirmados de contaminación, tienen previsto discutir una respuesta conjunta a la epidemia.