Desde el vestuario de Boca comunicaban a distintos periodistas del Xeneize cómo están las cosas ahí adentro.
"Los jugadores están cortados. Un desastre. Así no se puede jugar", tiró el secretario general del Xeneize, Christian Gribaudo.
Villa y Pablo Pérez fueron los más afectados claramente. Incluso, Carlos Tévez ingresó también muy afectado.
Previamente, la Policía de la Ciudad requisó los bolsos que llevó la utilería de Boca al vestuario del estadio Monumental en la previa de la segunda final de la Copa Libertadores de América.
De este modo se repitió la escena que vivió la gente de River en la Bombonera hace 13 días cuando la Policía realizó un procedimiento similar que despertó airadas quejas de la dirigencia encabezada por Rodolfo D'Onofrio.
Apenas los utileros de Boca llegaron al vestuario -que está totalmente tapiado para que no se pueda ver nada desde el anillo-, agentes de la Policía de la Ciudad revisaron cada uno de los bolsos. Hasta hubo presencia de la división canina de la fuerza para que el control fuera más exhaustivo.
La idea de las fuerzas de seguridad, bajo recomendación de las autoridades de la Conmebol, es que la gente de Boca no llevara ningún tipo de cotillón para decorar el vestuario visitante.
Los controles se llevaron a cabo a pesar de que el propio D'Onofrio y el presidente de Boca, Daniel Angelici, condenaran fuertemente lo sucedido en la Bombonera hace dos semanas.
"Yo lo que pido, honestamente a las autoridades que tomaron esta medida, que no se lo hagan a Boca cuando vengan. Por favor, no le hagan esta agresión. No sirve para nada. ¿Qué pueden tener dentro de sus baúles? ¿Qué creen que pueda ocurrir? No lo hagan. River no necesita que hagan eso", había pedido el máximo dirigente de River en diálogo con DirecTV Sports.
Y siguió "El allanamiento realmente fue desmesurado, fuera de lugar. Fue una requisa con perros y abriendo... La verdad, fue algo agresivo. No tiene ninguna lógica para entrar a un vestuario".