Astrónomos detectaron al planeta más oscuro de la galaxia, que tiene el tamaño de Júpiter y cuya composición barrió por completo toda su atmósfera y sus nubes, dejándolo sin luz. En 2020, un telescopio podría captar sus primeras imágenes.
Se trata del WASP-104b -como lo denominaron-, un planeta gaseoso y gigante que está apenas a 466 años luz de nuestro planeta. Orbita alrededor de su estrella una vez cada 1,75 días, pero sorprende por estar completamente "a oscuras", pese a su relativa cercanía al Sol.
"De todos los planetas oscuros que he podido encontrar en la literatura científica, este está entre los cinco primeros. Diría incluso que entre los tres mejores", manifestó Teo Mocnik, de la Universidad de Keele (Reino Unido), director de la investigación el WASP-104b.
El planeta está compuesto por sodio y potasio, ambos capaces de absorber hasta el 99 por ciento de la luz que refleja su superficie. Como carece de atmósfera y nubes, los dos elementos recién mencionados emerjen hasta la superficie neblinosa y ardiente de más de 1.200 grados centígrados y generan la oscuridad.
Al tratarse de un planeta negro, su hallazgo se dio tras un particular detalle: su sombra. Es que cuando un planeta cruza por delante de su estrella, oculta una pequeña parte de su luz y revela así su forma. Para ilustrarlo mejor, al igual que una mosca que pasa por delante de un foco encendido.
El WASP-104b fue descubierto en 2014 como parte del proyecto Wide Angle Search for Planets (WASP), pero, en aquel entonces, los astrónomos pensaron que era un gigante de gas caliente bastante típico. Ahora, finalmente pudieron obtener la respuesta a la respuesta a su siniestra oscuridad.
De ser posible ver con nuestros propios ojos al WASP-104b, observaríamos tenues reflejos color púrpura o rojizo, por lo que los investigadores esperan que la próxima generación de telescopios -estiman que se lancen en 2020- tengan la capacidad para captar estos detalles inusuales.