Tras cuatro intensos días de búsqueda, se confirmó el final más trágico: encontraron muerta a la pequeña Sheila Ayala (10) en la casa de unos tíos en San Miguel, Buenos Aires.
El lugar, conocido como barrio Trujui, está ubicado donde vivía la nena con su padre y un tío. Según la Policía bonaerense, el cuerpo de la niña estaba dentro de una bolsa, entre dos paredes, al costado del complejo.
Tal como se aprecia en la imagen que circuló en medios porteños, el espacio donde hallaron el cadáver de Sheila era una doble pared que dividía dos casas. Se trata de una especie de medianera donde, además del cuerpo, había basura.
Según trascendió, el tío de la víctima, que fue demorado por la Policía, vivía en una casa ubicada en la parte superior.
Los investigadores del caso avanzan con el registro del predio, ya que la nena podría haber pasado varias horas cautiva.
Una hipótesis es que el asesino pudo haberla arrojado por un balcón para luego bajar a planta baja y acondicionarla. La Policía bonaerense allanó ese departamento y encontró un colchón sobre el que volaban decenas de moscas, lo que podría ser un indicio de que allí había restos orgánicos, publicó Clarín.