Gabriel Rivas (28) atiende la primera llamada por WhatsApp. En España son las 21.15 y en su voz se cuelan el cansancio y el terror de lo que ve todos los días. La primera llamada dura menos de 5 minutos, de fondo se oye sonar su otro "móvil" y se excusa. En estas épocas, ese llamado y a esa hora sólo puede significar una cosa: debe volver a trabajar porque el espectro del coronavirus se cierne sobre otro infectado.
Rivas es un médico mendocino especializado en urgencias. Se fue a España hace poco más de un año. Vive en Andalucía y hace urgencias y emergencias a bordo de una ambulancia, o de un helicóptero. Y las terribles secuelas que está dejando el Covid-19 en el país ibérico marcan su ritmo. "Salí de una guardia de 34 horas. En ese tiempo, transporté a seis pacientes con coronavirus a Cuidados Intensivos de cuatro hospitales. He tenido al coronavirus frente a frente", relata en una nueva llamada de WhatsApp, un día y medio después de la primera. Angustiado y lamentando muchos de los errores y de las decisiones tardías que adoptaron los españoles, Gabriel intenta destacar la forma en que se está actuando en Argentina. "Con lo que está ocurriendo en España y en Italia, Argentina ya tiene el diario del lunes. Esto debe servir para prevenir mejor. Y creo que lo que está haciendo Argentina, las medidas que se están tomando van a evitar que todo sea mucho peor", reflexiona en un alto de su breve descanso laboral.
Para el mendocino, en un mes y medio o dos, Argentina va a estar en la misma situación que hoy tiene España, más por la época invernal. "Esto va a llegar, va a infectar y van a morir más personas. La cantidad de muertos va a depender de cómo se esté preparado", agrega.
Pesadilla de ojos abiertos
Gabriel Rivas no duda en definir como una pesadilla lo que vive por estos días. No solo él, sino todo el mundo. "Aquí creemos que todavía esto es un sueño, y que no está pasando. Todo el mundo anda con mascarillas, se ha perdido esa alegría de la gente", resume.
Sólo en uno de hospitales más grandes de la ciudad de Granada hay unos 200 pacientes infectados con el Covid-19. "Uno de los principales errores que se cometieron en España fue creer que esto iba a afectar a ancianos e inmunodeprimidos. Pero de los últimos pacientes que tuve que trasladar, uno solo tenía antecedentes de ser asmático; mientras que dos no tenían antecedentes de patologías respiratorias. Todas las plantas de los hospitales se han reservado para afectados por el Covid-19", relata.
Desconocido
"Imaginate que preparaste una materia en la facultad. Había 10 temas para estudiar y los preparaste a todos. Ahora, llegás a la mesa y te aparece un tema 11. Obviamente van a desaprobar todos. Eso es lo que está pasando con el coronavirus", explica Rivas, y recurre a una analogía cotidiana como para que sea más fácil de entender. No obstante, y más allá de lo desesperante de la situación, destaca que resulta fundamental entender y asumir que esto va a seguir. Por esto mismo son de vital importancia las medidas que se tomen.
"Toda España está en cuarentena, y siguen apareciendo 4.000 o 5.000 casos diarios. La gente tiene que seguir tomando conciencia. Hay que estar listos para algo para lo que nunca estuvimos preparados" termina.
"Hay que prepararse para lo peor"
Para Gabriel, en Argentina se han tomado las medidas correctas, se ha actuado con tiempo y se ha entendido que lo más importante es preparar al personal sanitario.
"La batalla grande la está dando el personal de salud. El hecho de que la gente tenga una mascarilla y ande por la calle con ella no es de mucha utilidad si el personal sanitario no tiene. Hay que cambiar la mentalidad, aceptar que el virus va a llegar y va a infectar. Es un hecho. Hay mucha gente que no va a hacerse las pruebas porque no tiene síntomas. Recién estamos viendo la punta del iceberg", cuenta Rivas.
"La app que ha desarrollado ahora el Gobierno y que permite que la persona infectada pueda seguir su evolución y tener noticias oficiales y recomendaciones es fundamental. Es necesario que esa gente no salga de su casa", explica.
Otro factor que resalta el especialista, tiene que ver con la cantidad de infectados. "Hay que saber la verdad. Se va a pasar de 1.000 a 2.000 infectados, luego a 5.000. Pero hay que asumirlo, por algo los gobiernos están tomando medidas en todo el mundo. Este es el momento crucial para pensar en todo, pero también para ir haciéndose la idea y preparándose mentalmente para lo peor", concluye