Muchos de los que se desvelaron por años no podrán ver que desde el martes a la tarde el paso El Pehuenche, en Malargüe, que conecta con la ciudad de Talca en Chile, está totalmente asfaltado.
Es que hicieron falta 55 años de marchas y contramarchas, anuncios, inauguraciones y encuentros para que esta obra finalmente se hiciera realidad.
Don Pedro Ruiz en Malargüe y don Bernardo Leiva (el doctor Leiva como se lo conocía) fueron algunos de los nombres visibles que encararon esta tarea titánica, con grandes inconvenientes geográficos pero más políticos, en 1961.
En medio, la interrupción casi inimaginable entonces, los conflictos por el Beagle y de Malvinas.
Las gestiones se retomaron en la década del 90 y con evidentes demoras los trabajos, al menos los de asfalto, finalizaron el martes a la tarde cuando Vialidad nacional anunció el acontecimiento aunque advirtió que faltan trabajos menores como señalización horizontal y vertical en algunas zonas.
En el sur mendocino en 1961 se organizó la Comisión Argentina Pro Intercambio Paso Pehuenche, integrado por treinta y dos instituciones, entre ellas siete de Malargüe, como las cámaras empresariales, Rotary Club, Leones, cooperativas, bibliotecas, museos, entidades religiosas y clubes sociales y deportivos.
El movimiento contaba con la adhesión de la radio LV4, los 2 municipios del sur mendocino (General Alvear y San Rafael) y los diarios El comercio, Los Andes y El Tiempo de Cuyo.
Casi simultáneamente, del otro lado de la cordillera, se organizó la Comisión Chilena de Intercambio Integral Argentina -Chilena, con el objetivo de analizar los problemas y diseñar soluciones consensuadas.
El primer Congreso se celebró en la Argentina en 1961. El segundo, en las Termas de Panimavidas en 1962 y el tercero, en San Rafael en 1963.
Tras la inauguración del paso (una huella mejorada) por el Pehuenche, se despertaron grandes expectativas con relación a las posibilidades de ampliar los canales de intercambio entre ambos países para beneficio mutuo.
Sin embargo, resultó priorizado como principal ruta internacional el camino de Mendoza a los Andes por el paso Cristo Redentor. Se resolvió concentrar esfuerzos y recursos en esta zona con vistas a lograr pavimentar esta ruta en su totalidad.
Lentamente se fue paralizando el interés del Estado argentino por el camino Pehuenche sobre todo desde el golpe de 1966. Se inició una larga postergación por parte de los Estados nacionales y las tareas de mejora se redujeron notablemente.
Fue ese gobierno que, influido por la Doctrina de Seguridad Nacional, priorizó el desarrollo y la seguridad interna antes que la integración con el mundo en general y con los países latinoamericanos en particular.
En este marco, los pequeños comerciantes lideraron la segunda parte de la larga lucha por un camino apto para el intercambio comercial. Cámaras empresariales, autoridades políticas municipales y provinciales, sectores culturales y deportivos, se movilizaron para alcanzar el objetivo.
La recuperación de la democracia en la Argentina (1983), facilitó -al menos parcialmente- un escenario más favorable para la reactivación del Pehuenche.
El primer paso fue dejar sin efecto el rechazo del gobierno militar al arbitraje sobre la cuestión del Beagle, y se firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984.
Para avanzar en esta dirección, un hito importante fue, sin duda, la creación de la Comisión Pro Reapertura del Paso Internacional El Pehuenche. Ello se produjo con la firma del Acta de Talca, celebrada el 24 de abril de 1984 en la sede de la Cámara de Comercio de Talca.
Como miembros de esta comisión participaron la entidad local y las cámaras de San Rafael, Malargüe y General Alvear. Estuvieron presentes también autoridades políticas de ambos países, en calidad de invitados.
Los frutos se vieron el 16 de julio de 1985 al suscribir el Poder Ejecutivo Nacional el decreto 1306-M-1985 por el cual se creó, ante el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la Secretaría Ejecutiva de Cooperación Económica e Integración Física con la República de Chile.
Este organismo asumió la representación argentina ante la comisión binacional prevista por el artículo 12 del Tratado de Paz y Amistad, e indicó que la Secretaría Ejecutiva sería presidida por el subsecretario de Asuntos Latinoamericanos. Para este paso, ambas partes sugerirían a las autoridades correspondientes de cada país la denominación unificada de “El Paso Pehuenche”.
Fue desde esta fecha aproximadamente y en resumen cuando comenzó el largo trabajo a ambos lados de la frontera. Las obras en Chile fueron más rápidas pero en la Argentina resultaron tediosas y con varias postergaciones, algunas técnicas y otras presupuestarias hasta este martes.
Un recorrido de baja altura
El paso está ubicado a una altura de 2.553 msnm y se accede desde Malargüe por la Ruta Nacional 40 y se gira a la derecha en la localidad Bardas Blancas en su empalme con la ruta provincial 145 argentina que se transforma en 115 del lado chileno.
La distancia a recorrer entre la ciudad de Malargüe y Talca, el primer enclave poblacional importante tras el cruce cordillerano, es de 312 kilómetros.
Desde Talca la distancia hasta Valparaíso es de 369 kilómetros. A esto hay que agregar un recorrido extra si se viaja desde o hacia la ciudad de Mendoza a Malargüe de 410 kilómetros lo que suma 1.091 kilómetros para llegar a las costas de Viña del Mar.
La distancia se puede recorrer en aproximadamente 14 horas sin tener en cuenta las demoras en aduana y migraciones argentinas ubicada en el puesto de la DPV de Las Loicas.
En el lado chileno los trámites se realizan en un complejo ubicado a unos 20 kilómetros de la frontera.