Si bien las mujeres que estaban junto al hombre que fue asesinado en un vivienda del centro mendocino denunciaron un robo, la policía investiga el caso como su fuera un ajuste de cuentas.
El domingo a la siesta, Marcos Figueroa (36) fue ejecutado de un tiro en la cabeza en el pasillo de una casa ubicada en la zona "de Tribunales", más exactamente en Patricias Mendocinas al 700 de Ciudad.
Las tres mujeres que se encontraban con la víctima en ese momento denunciaron que los autores del hecho fueron dos ladrones que ingresaron a la casa y se llevaron con tres celulares, para luego irse en un Corsa color Champagne, vehículo donde los esperaban otros dos sujetos.
Pero los investigadores policiales no creen que la causa del homicidio haya sido el robo ya que todos saben que en ese edificio funcionaría "un bulo", un "aguantadero"
"Todo el mundo sabe que ese es el único lugar de la cuadra donde no hay oficinas de estudios jurídicos. Ahí funciona un bulo. Parecería más bien un ajuste de cuentas o un apriete", explicó una fuente consultada, refiriéndose a un lugar que albergaría actividades ilícitas tales como venta de droga y prostitución, al menos en algunos ámbitos de la vivienda que tiene dos pisos y distintas dependencias, algunas de las cuales se ingresa por el pasillo donde le dispararon a Figueroa.
Lo ejecutaron en un pasillo
El caso se conoció ayer a las 14.45, cuando una de las mujeres llamó al 911 denunciando que un hombre había sido herido por dos delincuentes. Cuando llegó el primer móvil policial, encontró a Figueroa agonizando en un pasillo. De inmediato fue trasladado en ambulancia hasta el hospital Central, donde se le diagnosticó una herida de arma de fuego –el arma sería calibre 22- en la cabeza. Pese al esfuerzo de los médicos, el hombre falleció cerca de las 20 de ayer.
Testigos del hecho aseguraron que los asesinos se fueron por Patricias hasta Colón y luego se subieron en Mitre a un Chevrolet Corsa color champagne.