Con la condena a 20 años de cárcel para Jonathan "El Moco" Araya Guerra (22) y las posteriores protestas de su familia, terminó el juicio por la muerte de Gustavo Pelegrina (29), el hombre que fue asesinado en el estadio Poliguay de Guaymallén, durante una pelea entre barras de Argentino e Independiente Rivadavia, en diciembre de 2013.
Ayer la Sexta Cámara del Crimen -Jorge Luis del Pópolo, Marcelo Gutiérrez del Barrio y Alejandro Gullé- condenó a Araya por el delito de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego y la participación de un menor.
Este menor -conocido como "Ardilla"- ya es mayor y también fue juzgado y se le atribuyó "responsabilidad penal,"por lo que, a futuro, un tribunal de Menores podría establecer una pena concreta.
Sin duda alguna lo más llamativo del fallo fue que el tribunal decidió rechazar los juicios abreviados que el fiscal Fernando Guzzo había convenido con los abogados de tres jóvenes que estaban imputados en la causa pero por lesiones. Al iniciarse el debate estas condenas para Alexis Pepi, Jonathan Sosa y un menor conocido como "Chuky" fueron pactadas en dos años.
Las novedades surgidas durante el debate oral habrían influido en la decisión de los jueces. Durante los alegatos Sergio Carreño y Carlos Moyano plantearon que se estaba produciendo una "incongruencia": es que en el hecho (un robo seguido de muerte) habían participado los siete imputados, pero tres eran juzgados por lesiones y los otros dos por homicidio.
¿Quién mató a Pelegrina?
Previo a escuchar la sentencia, "Ardilla" tomó la palabra y dijo: "Lo que le quieren hacer a Araya (el condenado) es injusto porque yo soy el culpable del hecho".
Esta versión ya figuraba en el expediente. Pero la opinión judicial es distinta y se basa en una escucha en la que "Ardilla" le dice a los familiares de Araya que él se va a hacer responsable del homicidio porque no tiene nada que perder, en tanto que Araya tiene una familia.
Al finalizar la lectura de la sentencia la madre de Araya se levantó y a los gritos comenzó a dar otra versión del crimen: Sosa (uno de los imputados por lesiones) le habría dado el arma a "Ardilla", quien, bajo efectos de "pastillas", habría disparado.
Los gritos de la mujer resonaron en los pasillos y se unieron a los de toda su familia, que comenzó a insultar y a gritarles a los familiares y amigos de Pelegrina, que no terminaban de entender la situación y que soportaron el mal momento en silencio.
Durante los alegatos el fiscal Guzzo había pedido 22 años de cárcel para Araya (sumando al crimen una causa por tenencia de armas) y Carlos de Casas, abogado de la familia de la víctima, solicitó 20 años.
Un violento espectáculo deportivo
El crimen de Pelegrina ocurrió en la noche del 26 de diciembre de 2013 en el estadio Poliguay, donde se jugaba la primera final de la liga local de fútbol de salón.
Hinchas de Atlético Argentino entraron al estadio y observaron a hinchas de Independiente Rivadavia que habían sido invitados por la gente de Poliguay para alentarlos.
Allí comenzó una pelea que fue vista por las 500 personas que estaban en el estadio y que terminó afuera, cuando Araya y "Ardilla" sacaron sus armas y dispararon varias veces. Una de esas balas impactó en la cabeza de Pelegrina, que nada tenía que ver con la pelea.