Cristian Reina Flores debía cumplir su condena de 18 años de prisión en el año 2021. Pero la decisión de un juez le permitió ganar la calle en septiembre de 2017, cuatro años antes de lo previsto. En la madrugada de ayer, este hombre que el pasado 1 de septiembre cumplió 32 años, fue detenido y está acusado de ser uno de los tres delincuentes que asaltaron y asesinaron a un querido comerciante de Russell, Maipú.
La mañana del 15 de septiembre de 2017 Reina Flores se sentó con su abogado en una sala de audiencias del penal de Boulogne Sur Mer. Allí el titular del Primer Juzgado de Ejecución Penal, Sebastián Sarmiento, le otorgó la libertad condicional a pesar de que existía una recomendación de la Procuración General de no ceder en ese beneficio, indicaron fuentes policiales.
"Se estima que existen predictores de riesgo asociados a su posición frente a la conducta ilícita, su inestabilidad dentro del Régimen Progresivo de la pena, su modalidad funcional, que harían estimar un pronóstico criminológico con tendencias desfavorables, siendo un factor fundamental en su orientación el contexto y grado de inclusión social, laboral y familiar", se lee en la recomendación de un especialista en psicología forense del Ministerio de Seguridad.
Ejecutado a tiros
Rodeada por una cinta de peligro y varios móviles policiales, la casa ubicada en la calle Videla Castillo 1552 de Russell, lucía ayer por la mañana las marcas de la tragedia. Unas horas antes allí había sido asesinado Héctor Osvaldo Quiroga (59) mientras trataba de defender a su familia de tres delincuentes que irrumpieron en la tranquilidad de su hogar.
El hombre había montado una despensa en la que vendía productos secos y a la que recientemente le había añadido una verdulería. Por su amabilidad para atender y su solidaridad con los más pequeños, se había ganado el cariño de los vecinos de esa zona rural, donde las casas están distanciadas por fincas y olivares.
El trágico hecho ocurrió alrededor de la 4 de la mañana del miércoles cuando los ladrones ingresaron a la vivienda buscando llevarse dinero de la recaudación del comercio.
Pero, lejos de lograr su cometido fácilmente, se encontraron con que Quiroga tenía un arma con la que abrió fuego. Según trascendió, la víctima le disparó a uno de los asaltantes con una escopeta y le respondieron con dos tiros que impactaron en la ingle y en el abdomen. La gravedad de las heridas le produjeron la muerte en el acto al comerciante.
Los delincuentes pudieron escapar, aparentemente con el dinero del negocio, pero uno de ellos fue arrestado por la Policía. Una mujer se comunicó con los uniformados para denunciar que había encontrado a un hombre herido de bala en el cruce de calle Espejo y las vías, a 200 metros del lugar del hecho, quien resultó ser uno de los sospechosos. Luego fue identificado como Cristian Reina Flores. Como al momento de ser detenido presentaba cuatro heridas de arma de fuego, tuvo que ser trasladado al hospital Central, donde fue operado.
Reina tiene un frondoso prontuario delictivo en el que se cuentan causas por robo agravado, abuso sexual y venta de drogas. Al momento del crimen se encontraba con libertad condicional por decisión del juez Sarmiento.
Cristian es hermano de Jesús Reina, quien se encuentra en el penal Almafuerte con prisión perpetua por el asesinato del policía Jorge Lorenz ocurrido en 2015, también en Maipú.
Los sabuesos están investigando si el detenido está relacionado con el homicidio de Eulogio Maizares, ocurrido hace 20 días también en Russell. Mientras se realizan allanamientos para intentar dar con sus cómplices.
Lamento de vecinos: “Era muy bueno y muy trabajador”
Los vecinos de la calle Videla Castillo no disimularon su desconsuelo tras lo sucedido. Atentos a las novedades del caso, se mantuvieron cerca de la casa de Héctor Quiroga pese al hermetismo policial.
Mariela Luján vive en la casa más próxima a Quiroga hacia el Oeste, pero de ésta la separa una gran finca de olivos. Si bien ella no pasó la noche en su hogar, recordó que por la tarde estuvo con Héctor y que lo notó muy contento. "Fui a comprar a su despensa y me comentó que estaba feliz porque había incorporado frutas y verduras para mejorar la alimentación de los niños", recordó la mujer con gran dolor.
Mariela destacó la bondad de su vecino y de toda su familia. "Era muy bueno y muy trabajador, es muy triste lo que está pasando", remarcó.
En tanto Elizabeth, otra de las habitantes de la calle, detalló que Quiroga vivía con su esposa y uno de sus hijos más chicos, mientras que la casa contigua era de su otro hijo y su nuera. "Para nosotros eran como de la familia; cada vez que íbamos a la despensa nos contábamos los problemas", narró.
Pero definitivamente uno de los momentos que más recuerda de su vecino fue durante la construcción de su casa. "Cuando se vinieron todavía no tenían la casa lista, por lo que dormían en la camioneta. La verdad es que la hicieron con mucho esfuerzo", deslizó. Asimismo relató que en ese entonces delincuentes quisieron robarle los materiales de la obra pero que pudo evitarlo porque tenía un arma.
Seguidilla de robos
El asesinato de Quiroga pone una vez más en alerta a los vecinos, ya que temen por su seguridad. A fines del mes pasado a unos pocos kilómetros- en la calle Maza Sur- ocurrió un hecho similar que todavía recuerdan. En aquella oportunidad al menos dos delincuentes intentaron asaltar a una familia y mataron de un disparo en el tórax a Eulogio Maizares, 62 años.
Además relataron que el sábado pasado a unos vecinos de la misma calle les rompieron el portón de entrada y que el lunes a otros les robaron varios chivos. "Si bien siempre hemos estado atentos, ahora realmente vivimos con miedo porque estamos en la mira de los delincuentes", se lamentó Mariela. De hecho a ella hace pocos días le robaron el perro que tenía como guardián.
Quien se mostró más aterrorizado fue Miguel Tolaba, empleado de seguridad en un barrio privado frente a la casa de Quiroga. Como él estaba de franco no fue testigo de lo ocurrido, pero comentó que su compañero escuchó siete disparos y que estuvo durante toda la mañana declarando como testigo. "Va a ser muy duro pasar la noche", reconoció.
"El problema es que a partir de ahora uno no se siente tranquilo y no hay mucho que podamos hacer", manifestó por su parte, Daniel Tolaba, otro vecino del lugar.