Lo que originalmente fue anunciado como un accidente, en donde una de las dos personas que se movilizaban en moto por calle Talcahuano de Godoy Cruz había perdido la vida al caer del rodado, con el correr de los minutos se "transformó" en homicidio.
Así fue que el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello llegó al lugar y se puso al frente de la investigación. Y si bien hasta el cierre de esta edición no había detenidos, desde el mediodía de ayer se realizaron por lo menos cuatro allanamientos para hallar a las personas que habrían participado de la agresión.
La primera información oficial, conocida a las 10, hacía referencia en forma por demás escueta, que un motociclista había fallecido tras chocar con un vehículo en Godoy Cruz. Se agregaba que el siniestro había ocurrido cerca de las 9.30 en calle Talcahuano, frente al hospital Lencinas.
La versión cambió totalmente cuando a las 12 desde el Ministerio de Seguridad se informaba sobre un homicidio. Según testigos, los dos sujetos junto a sus motos estaban en el lugar y en un momento habrían tenido una discusión con otro sujeto que iba caminando y le disparó. Tras el ataque, el joven herido arrancó su moto, recorrió unos pocos metros, se desvaneció y cayó del rodado.
Víctima identificada
El joven fallecido fue identificado después como Darío Osvaldo Martínez Lillo, quien tenía 24 años y vivía en un barrio ubicado al Oeste de Ciudad.
Según se conoció, Martínez Lillo junto a un amigo se movilizaban en una moto Zanella cuando, en forma imprevista, el conductor perdió el dominio de la moto, cayendo al pavimento. La situación fue advertida por vecinos que, en principio, pensaron en un siniestro vial con la intervención de una camioneta.
Sin embargo, después se pudo comprobar gracias al trabajo de los peritos de Policía Científica que Martínez Lillo tenía una herida de bala que había impactado en la zona de la axila derecha. Ello provocó su desvanecimiento y posterior fallecimiento.
El acompañante, identificado como Cristian Muñoz de 21 años, terminó con su cuerpo dentro de la cuneta hormigonada por lo que sufrió politraumatismos y fue llevado a la guardia del hospital Lencinas. Allí el joven quedó internado con custodia policial, aunque por el momento no ha podido declarar.
Distintas versiones
De todas las versiones que se escucharon en el lugar hay una que sostiene que todo comenzó en la esquina de Talcahuano y Juncal, donde los motociclistas se habrían encontrado con una o dos personas que estaban caminando por la zona.
Conocidos o no, se originó una discusión que terminó con el conductor de la moto herido. Y aquí las voces dan a los hechos, por lo menos, dos posibilidades. O bien Martínez Lillo salió en persecución del agresor en su moto y terminó desvanecido o, por el contrario, trató de escapar de la agresión cuando fue baleado.
En el lugar trabajó personal de Científica que certificó que la herida en el cuerpo de Martínez Lillo había sido provocada por un arma de fuego, presumiblemente una 9 mm.
Horas después el cuerpo fue llevado a la morgue judicial a los efectos legales.
Más allá de las especulaciones y versiones, llamó la atención que mucho antes de que se conociera oficialmente la noticia, familiares de Martínez Lillo que dijeron vivir en el barrio La Favorita de Ciudad, llegaron al lugar acongojados por lo ocurrido. Según ellos, Martínez Lillo y Muñoz realizaban, por su cuenta, trabajos de albañilería.
