Una pareja de jubilados fue asesinada a puñaladas en el cuello en su casa de Chacras de Coria y para los investigadores se trató de un doble homicidio cuyo móvil, en principio, no habría sido el robo, aunque no se descarta ninguna hipótesis.
Durante las últimas horas de la tarde de ayer, la hija de las víctimas y su pareja, un hombre de 52 años, fueron aprehendidos y trasladados a la Oficina Fiscal 15 de Carrodilla, donde les realizaron el "circuito" judicial, donde los requisaron e iniciaron los trámites de rigor a la espera de que sean imputados "en las próximas horas", informaron anoche fuentes ligadas a la investigación.
La pareja, conformada por el comerciante jubilado Francisco Enrique Rodríguez (69) y Raquel Gómez (70), residía en el callejón Fray Luis Beltrán al 5000, entre Larrea y Jarillal del distrito lujanino.
Hasta allí llegó ayer por la mañana, cerca de las 9.30, su hija con su marido y otras personas porque durante la noche del jueves habían tratado de comunicarse por teléfono, sin éxito.
Cuando entraron a la vivienda, cuya puerta se encontraba abierta, encontraron a Domínguez tirado cerca de la cochera en un charco de sangre. Luego, al entrar en la cocina, se encontraron con un panorama similar: el cadáver de Raquel Gómez en el piso.
Escena contaminada
Los gritos de la mujer alertaron a un vecino que, de inmediato, llamó al 911 reportando un posible robo.
Mientras tanto, los parientes de las víctimas contaminaban la escena del crimen, moviendo los cuerpos en su afán de ver si podían reanimarlos.
De inmediato, la zona fue copada por policías de la Unidad Investigativa de Luján y de Homicidios que reportaron el doble crimen al fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello. El funcionario llegó a Chacras para supervisar la pesquisa.
Las primeras entrevistas a los vecinos no arrojaron mayor información: no habían escuchado ruidos extraños en la noche del jueves, cuando se habrían producido las muertes.
El fiscal ordenó también que se llevaran a la hija, a su marido y a las otras personas que habían contaminado el lugar. Además de secuestrarles el calzado, se les tomaron muestras para realizar cotejos de ADN y se los sometió a algunos exámenes físicos para ver si tenían algún tipo de lesiones. Estas tareas se realizaron para descartar sus rastros de otros que podrían ser de los autores del doble crimen.
En la tarde de ayer, el fiscal Pirrello explicó que el hombre tenía una herida mortal en el cuello y otra en la nuca, que se habían efectuado con un arma blanca que no fue encontrada en la casa. La mujer también había recibido una puñalada certera en la garganta y tenía otra herida en una ceja.
"Nos llamó la atención que en la escena del hecho no había faltantes de cosas y la casa no estaba revuelta. La hipótesis del robo es la que menos cuerpo tiene por ahora", explicó el fiscal.
Un vecino entrevistado por Los Andes en la mañana de ayer explicó que las víctimas "eran gente de trabajo, muy queridos" pero muy reservados. "Él tenía una Trafic con la que salía a trabajar pero creo que ya estaba jubilado", indicó que hombre que, en la noche del jueves, no había escuchado ningún ruido extraño, "salvo los perros que siempre ladran".