Unas horas por semana de actividad física, incluso de poca intensidad, como pasear una mascota o dedicarse a la jardinería, podría disminuir el riesgo de muerte en los hombres ancianos, sugiere un estudio publicado este martes.
El volumen total de actividad física se asocia a un menor riesgo de muerte sea cual sea la causa de ésta, aseguran los autores del estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine.
El estudio muestra que cada media hora adicional de actividad poco intensa al día (poner plantas en macetas, pasear con el perro, etc.) se asocia a una reducción del 17% del riesgo de fallecimiento.
Como era de esperar, media hora adicional de actividad moderada o intensa reduce aún más el riesgo, hasta el 33%.
"Las directivas británicas y estadounidenses sobre la actividad física no mencionan [hasta ahora] ninguna ventaja de una actividad de intensidad ligera", indica Barbara Jefferis, una epidemióloga de la University College London.
"Pero los resultados del estudio sugieren que todas las actividades, no importa lo reducidas que sean, son saludables", explica.
El estudio comenzó en 1978 con cerca de 8.000 hombres de entre 40 y 59 años de 24 ciudades británicas.
Entre 2010 y 2012, los 3.137 supervivientes pasaron un examen médico y respondieron a preguntas sobre su estilo de vida y su calidad de sueño.
El estudio se acabó centrando en 1.181 hombres que llevaron un aparato de seguimiento del volumen y la intensidad del ejercicio físico durante siete días.
Esos hombres, de 78 años de media, se sometieron luego a análisis periódicos durante cinco años, un periodo en el que fallecieron 194 de ellos.
Los autores recuerdan que este tipo de estudios, llamados de observación, no permiten establecer formalmente una relación de causa y efecto.
Además no está claro que las observaciones de ese estudio se puedan aplicar a las mujeres mayores, aunque a priori no hay motivos para que los resultados difieran, añaden los investigadores.