Una mujer de 95 años, herida en los incendios que devastaron el mes pasado al este de Atenas, murió este lunes por lo que se elevó a 91 el balance de fallecidos, indicó la agencia ANA.
La mujer que sufrió quemaduras, murió horas después de que el gobierno desplazara a los jefes de la policía y de los bomberos.
El ministro encargado del Orden Público y de la Protección Civil dimitió la semana pasada.
Aún quedan 36 personas hospitalizadas por el drama del 23 de julio. Seis están en estado crítico.
La gestión de esta catástrofe por el gobierno de Syriza suscitó numerosas críticas de la oposición, que pidió la dimisión de responsables del gobierno.
El primer ministro Alexis Tsipras recibió duras críticas por haber reconocido sólo "la responsabilidad política" de un incendio terrible, que se extendió muy rápidamente desde una colina hasta la localidad de Mati y las urbanizaciones de su alrededor, una parte de ellas construidas en medio de una gran pineda.
El incendio fue tan feroz que mucha gente tuvo que hallar refugio en el mar.
Los días que siguieron a la catástrofe la policía y los bomberos comunicaron informaciones contradictorias sobre los errores cometidos durante los incendios.
Un sindicato de la policía declaró esta semana que los agentes no habían sido informados con suficiente rapidez por los bomberos de la zona en donde se declaró el incendio, lo que les impidió cortar de manera eficaz las carreteras lo que provocó la muerte de varias personas, mal orientadas que quedaron atrapadas en las pequeñas calles de Mati.
El gobierno se defendió explicando que la velocidad del viento (120 km/h) no dejó suficiente tiempo para organizar un plan de evacuación eficaz.
El ministro de Medio Ambiente también denunció y prometió poner fin a décadas de construcción ilegal, lo que bloqueó las carreteras de acceso a la costa.