Y un día el Canario volvió al lugar que le corresponde: el círculo privilegiado del básquetbol provincial. Es que, por historia, el conjunto de Villa Nueva siempre se caracterizó por ser una escuela de buen juego y que le brindó a Mendoza grandes valores. Por ejemplo: los hermanos Reyes, Matías Sandes, entre tantos otros.
Hace seis meses, sufrió el descenso a la A2, pero los directivos del club, apostaron nuevamente en Mauricio Pedemonte como entrenador y por los jugadores que se criaron en el club. El sentido de pertenencia siempre te otorga un plus. Y así lo demostró Leonardo Murialdo en la
instancia semifinal al vencer en la serie al duro Huracán de San Rafael por 2-1.
El tercer juego se disputó en el estadio Canario y el dueño de casa cantó victoria por 81-57 con una notable actuación del juvenil Ernesto Ponti. De esa manera, Murialdo se adjudicó el segundo pasaje a la máxima división y ahora jugará la gran final del torneo contra Petroleros YPF.