Nuevamente los trabajadores de la Salud realizaron una medida de fuerza para recordarle al Gobierno cuáles son los principales reclamos y necesidades del sector. En esta ocasión no se trató de un paro. Lo que se hizo, en los hospitales y centros de salud de Mendoza, fueron asambleas de entre una y dos horas.
Además, hubo carpas destinadas a recolectar firmas de quienes quisieran solidarizarse con la protesta llevada adelante por los profesionales nucleados en la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros) y Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Desde los gremios aseguran que la atención a los pacientes no se vio resentida. Pero el Ministerio de Salud está evaluando esa situación y ya adelantó que si el servicio se vio afectado, se descontará el día.
Según los sindicatos, la evaluación de lo sucedido ayer es "muy positiva". Ya que, tal cual explicó la secretaria general de ATE, Raquel Blas, los pacientes que asistieron a los efectores públicos se sumaron a su reclamo firmando las planillas e, incluso, aportando cuáles eran sus necesidades y disconformidades.
"Estuve en el Lagomaggiore y fue muy sentido. La gente se solidarizó con nuestros pedidos y algunos agregaron los propios. Por ejemplo, fueron pacientes que son insulino-dependientes y se quejaron por la falta de insulina. También por los problemas de infraestructura e insumos", dijo la secretaria gremial de Ampros, Claudia Iturbe.
También en el Central, en el Notti y en las áreas cabeceras de los principales departamentos, estuvieron las carpas recolectando firmas. Y desde ayer se sumó, por tiempo indefinido, otra medida que ya han realizado en algunas huelgas. Es el llamado "paro de lapiceras", que determina que ningún empleado firme nada que tenga que ver con lo administrativo. Además, martes y jueves de la semana próxima continuarán con las asambleas, las carpas, harán escraches públicos en los actos a los que vaya el gobernador Francisco Pérez y están evaluando endurecer aún más las medidas.
Desde los sindicatos dicen que se trata de un problema sistémico, que todos los años sucede los mismo y que no hay voluntad política para dar respuesta a nada. "La idea de estas jornadas es construir un plan de lucha en conjunto con la comunidad, y seguiremos hasta que el Gobierno dé respuesta. El ministro (Carlos Díaz Russo) no sabe dónde está parado. No es cierto que no haya presupuesto, eso lo maneja Costa (de Hacienda) y a él no le importa la salud de la gente", remarcó Blas.
Defensa oficial
Por su parte, la subsecretaria de Salud, Fanny Sarobe, dijo que no pueden contestar más de lo que ya han dicho. "Las medidas tienen que tener racionalidad. No tiene sentido que las sigan haciendo. Además los insumos básicos, por ejemplo, están asegurados y garantizados en todos los efectores públicos de la provincia. Son reclamos que no responden a la realidad", aseguró la funcionaria de la cartera de Salud.