Otro hecho de violencia conmovió a la sociedad sanrafaelina. Esta vez fue asaltado un conocido empresario y jugador de golf, Ignacio Aldao, su hija de 6 años y su esposa, Paola Bressan, Virreina de la Vendimia 1997 por Tunuyán (durante el reinado de Marinés Babugia) y actual funcionaria del Ministerio de Turismo en San Rafael, como muchas ex soberanas.
Según explicó el mismo Aldao en su perfil de Facebook, fueron cuatro los encapuchados que los sorprendieron en su casa de Las Paredes, ubicada en un barrio privado.
Aunque él relata que no ejercieron violencia, los ladrones a punta de pistola lo obligaron a arrojarse al piso, donde le colocaron una toalla en la cabeza y también a punta de pistola, y delante de su hija, obligaron a Paola a acompañarlos por toda la casa en busca de objetos de valor y dinero.
Luego los dejaron maniatados con precintos. Ocurrió el lunes a las 20.30 y, según investigadores, se trataría de los mismos delincuentes que han actuado en otros asaltos a reconocidas familias de este departamento y que aún no tienen resolución en cuanto a la investigación.
Aldao, además del relato de lo vivido, compartió, en mensaje por la misma vía, sus reflexiones: "Queda la sensación de ser presas arrojadas a leones. No nos comieron hoy, ¿nos comerán la próxima?".
"Estar encañonado, con la cabeza tapada y escuchar a tu hija llorar mientras se llevan a tu mujer a recorrer la casa en busca de dinero, no es algo que debiera ser normal en una sociedad. Pero hoy es la norma, no la excepción. No es el nuestro un caso único, por lo que no me siento para nada especial. De cuatro hermanos que somos, a dos, en distintas ocasiones, nos encañonaron. En San Rafael, con sólo seis meses de diferencia, estuvimos a dos milímetros, a un leve empuje, entre que nos gatillen y no. Entre la vida y la muerte".
Luego prosigue: "La sociedad está enferma por una política distraída en su poder, los honestos abandonados y encima acusados por aquellos que dicen defender derechos, y lo que realmente defienden no es otra cosa que la muerte, la matanza, la vejación. Debo agradecer que mi familia y yo no entráramos en esa lista. A Dios, sí; a los hombres, no. No tengo odio ni resentimiento, ni van a lograr que lo tenga. Voy a rezar por los que no lograron escapar de esa lista, por sus familias, y por todos nosotros que de una vez por todas debemos unirnos y terminar con esta farsa, levantando nuestra voz ante el garantismo, caldo de cultivo de delincuentes y muerte, pidiendo y actuando para lograr cambios en la mentalidad de quienes administran la Justicia y establecen las leyes".
Cabe destacar que este tipo de asaltos similar a entraderas en algunos casos y directamente violación de viviendas en otros, asuelan a San Rafael en los últimos meses.
Estos hechos se dan justamente al inicio de un juicio en el que un policía está acusado de dar muerte a un joven que estaba armado tras un presunto forcejeo.