El presidente interino de Brasil, Michel Temer, devolverá el rango ministerial al área de Cultura, revirtiendo una de sus primeras medidas, la que desató una ola de protestas de artistas como Caetano Veloso o el actor Wagner Moura.
La decisión será formalizada la semana próxima, dijo ayer el ministro de Educación, Mendonça Filho, a cargo de la cartera que había absorbido la de Cultura como parte de una reforma que busca reducir gastos.
“Conversé con el presidente Temer sobre la decisión de recrear el Ministerio de Cultura. El compromiso del presidente con la cultura es pleno”, escribió en su cuenta de la red Twitter.
“Es un gesto del presidente Temer en el sentido de serenar los ánimos y enfocarse en un objetivo mayor: la cultura brasileña”, añadió antes de confirmar que el actual secretario de Estado de Cultura -vinculada a la cartera-, Marcelo Calero, será nombrado como nuevo ministro.
El organigrama que se había fijado Temer inicialmente para su gobierno constaba de 24 ministerios, contra las 31 que había en la administración de la suspendida presidenta Dilma Rousseff.
La eliminación de la cartera había irritado a la comunidad artística brasileña y motivó protestas, tomas de edificios y shows musicales, entre ellos uno en el que Caetano Veloso cantó su tema “Odio”, palabra que repite en el estribillo, y que el público completaba gritando “¡Temer!”.
El video fue profusamente difundido en las redes sociales por simpatizantes del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff, actualmente suspendida por el Senado en el marco de un proceso de destitución.
Ese gesto fue agradecido por la propia mandataria, que será juzgada por supuesta adulteración de las cuentas públicas, en un proceso constitucional que debe resolverse en un máximo de 180 días.
Pero la acción con más impacto internacional contra el nuevo gobierno se produjo en el festival de Cannes, cuando el equipo de la película brasileña “Aquarius”, encabezado por el director Kleber Mendonça Filho y la actriz Sonia Braga, se manifestó en la alfombra roja contra el “golpe de Estado”.
Otra celebridad que apoyó a Rousseff fue el ex astro argentino de fútbol Diego Maradona, que ayer publicó una fotografía en Facebook sosteniendo una camiseta de la selección de Brasil con el nombre Lula, apodo del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, mentor de Rousseff y fundador del PT. Debajo escribió: “Un soldado de Lula y de Dilma”.
Temer y Rousseff compartieron fórmula en las dos elecciones que ganó la ex guerrillera marxista de 68 años (2010 y 2014), pero devinieron en enemigos desde que el ex vicepresidente apoyó el proceso de destitución o impeachment.
Rousseff ha denunciado que es víctima de un “golpe de Estado”.
Corrupción: mea culpa de Lula
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva se lamentó ayer por los escándalos de corrupción que salpicaron al Partido de los Trabajadores (PT) y dijo que con el juicio político y la suspensión de Dilma Rousseff la democracia de su país “fue herida de muerte”.
“Me arrepiento de los casos de corrupción, me gustaría que no hubieran existido. Las denuncias de corrupción contra el PT manchan mucho al partido. Hay una disposición a criminalizar al PT.
El pueblo brasileño sabe que no todo lo que dice la prensa es verdad”, dijo Lula. El ex presidente destacó la política social que implementó en sus dos períodos presidenciales (2003-2010) y dijo que sólo volvería a intentar su regreso al poder en caso de que hubiera que derrotar a "una política capaz de destruir todo lo que hicimos”. Télam
Habrá déficit mayor al previsto por Rousseff
El gobierno interino de Brasil pronosticó el viernes que el país tendrá este año un inmenso déficit primario, muy superior al previsto por la suspendida presidenta Dilma Rousseff.
El déficit fue estimado en 163.942 millones de reales (unos 46.800 millones de dólares), contra el rojo de 96.000 millones de reales (unos USD 27.000 millones) estimados por el gobierno de Rousseff. De concretarse, será el tercer año consecutivo en que la mayor economía latinoamericana termine con un rojo fiscal, mientras se encamina hacia su peor recesión en un siglo.
“La meta está hecha con parámetros realistas, próximos a los parámetros de mercado”, dijo el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles.
“Era una previsión de recaudación incompatible con la previsión de la actividad”, agregó. AP
