En marzo pasado, la oficina forense de Los Angeles recibió varias llamadas anónimas, aparentemente de la familia de
Whitney Houston
, para denunciar el supuesto asesinato de la cantante (recordemos que fue encontrada en la madrugada del 11 de febrero pasado, muerta en su bañera). La noticia, ahora, es que un nuevo testimonio acercó pistas más contundentes sobre la hipótesis del asesinato.
Según The National Enquirer, el investigador Paul Huebl, entregó esa evidencia al FBI, y asegura que la cantante habría sido asesinada por una deuda de drogas con el delincuente.
Esto viene a confrontar las conclusiones del médico forense abocado al caso, que dictaminó que Houston se ahogó en la bañera del hotel tras ingerir un cóctel de cocaína, marihuana y fármacos. Esta novedad desató el escándalo y, hasta tanto no terminen las investigaciones, Whitney no duerme en paz.