La escuela Gilda Cosma de Lede cumplió 50 años y Maipú está de fiesta

"La Comercial" es uno de los colegios secundarios públicos más grande de la provincia. Su historia.

La escuela Gilda Cosma de Lede cumplió 50 años y Maipú está de fiesta
La escuela Gilda Cosma de Lede cumplió 50 años y Maipú está de fiesta

Una de las escuelas emblemas de Maipú y Mendoza cumplió 50 años de historia el pasado 16 de septiembre y ayer toda la comunidad educativa celebró el medio siglo de la "4-097 Profesora Gilda Cosma de Lede" (la comercial de Maipú).

Ayer, se realizó el acto central en el edificio del colegio, ubicado en la calle Martínez Leanez del barrio Canciller, donde participaron directivos, profesos y alumnos de todos las épocas. junto a las autoridades de la Dirección General de Escuelas, encabezadas por su director general, Jaime Correa.

Sin embargo, los "de la comercial" vienen festejando desde hace varios días y lo seguirán haciendo. El 30 de agosto la tradicional maratón del colegio, desde la plaza departamental hasta el edificio educativo, dio el puntapié inicial a las celebraciones. A este evento lo siguieron una muestra histórica, con un recorrido por todas las promociones y una misa. Octubre: 19 encuentro de coros (escuela), el 20 cena aniversario (Quinta Las Rosas), 24 Festival literario (escuela)

MARATÓN POR LOS 50 AÑOS

MARATÓN 50 AÑOS Escuela 4-097 Gilda Cosma de Lede". Tomas desde el aire

Posted by Escuela 4-097 "Prof. Gilda Cosma de Lede" (Página Oficial) on Monday, September 3, 2018

Sin embargo, todas estas celebraciones se dieron en un marco de respeto y con el recuerdo siempre presente de la profesora Gilda Cosma de Lede, fundadora del colegio, quien falleció el pasado 21 de julio a los 89 años de edad.

La escuela secundaria 4-097 es una de los establecimiento públicos más grande de la provincia. En los tres turno, asisten más de 1.400 alumnos.

Historia

En 1968, en una vieja casona de Gutiérrez, la profesora Cosma de Lede funda el colegio bajo el nombre Escuela Nacional de Comercio de General Gutiérrez, “casa chiquita” como la llamaba ella.

En esa escuela pequeña, hizo de Directora, de Profesora, Preceptora, Secretaria y ayudaba con la limpieza de la misma; la consideraba como su “quinta hija”.

Para lograr su gran sueño, el edificio nuevo al que hoy asisten miles de jóvenes, además de educadora, Gilda ofició de arquitecta y corredora de bolsa, para obtener el mejor precio de los bonos con que la nación pagaba.

Siempre expresaba: “Lo único que hice fue enseñar y trabajar, pero la escuela la hicimos entre todos. Me di cuenta que sumando esfuerzo, amor y cariño es más posible que las cosas salgan mejor”.

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