El chef Santiago Blondel se quedó con el corcho dorado de Baron B

Con el objetivo de aportar a la construcción de la gastronomía argentina, Baron B organizó por segundo año el Prix Baron B – Édition Cuisine y fue Santiago Blondel el ganador. Un chef barilochense con restaurante en La Cumbre (Córdoba) que logró conquistar al jurado y, sobre todo mostrar, a través de su cocina y Gapasai Restó, que es posible llevar adelante un proyecto gastronómico integral, sustentable, con cocina creativa y de entorno, tal cual las bases del concurso.

"Mi nombre es Santiago Blondel y estoy súper agradecido del momento que estoy viviendo acá". Con esas palabras, el cocinero se presentó ante los jueces y presentó el plato con el que decidió concursar: crudo de tararira y camarones de río acompañado por Baron B Brut Rosé.

Con el eje en la pesca (así lo exigía el concurso), Blondel eligió un pez que abunda en el río Quilpo y que por la cantidad de espinas que lleva, es poco usado en cocina. Algo similar ocurre con los camarones que son más utilizados como carnada de pesca que como alimento. El pescado, ligeramente marinado con suico, una hierba serrana que aporta matices de fruta tropical, acompañado con una guarnición ácida y picante (quitucho) y la melosidad de la palta hicieron de esta elaboración un platillo único, original y con ingredientes novedosos.

Con el uso pura y exclusivamente de productos locales y de temporada, manteniendo una estrecha relación con pequeños productores, pescadores y recolectores del Valle de Punilla, Gapasai es un pequeño restaurante familiar de 20 cubiertos con una vista inmejorable al valle, donde propone un menú de 9 pasos que describe los distintos estadios de la naturaleza del entorno serrano.

"Este premio es un reconocimiento a un trabajo que hacemos hace muchos años y que recién ha empezado a tener mayor visibilidad los últimos tres. Tenemos un binomio que respetamos siempre: calidad y calidez. Esto es como punta de flecha, es una invitación para que cada cocinero que está en distintas partes del país se sume y sepa que no está solo. ¡Viva la patria!", dijo Blondel al recibir el corcho bañado en oro de Baron B de manos del jurado que lo declaró ganador, conformado por Mauro Colagreco, Marina Beltrame, Martín Molteni y Mitsuharu "Micha" Tsumura.

Finalistas de lujo y una difícil decisión

La deliberación tardó en llegar. Luego de la presentación de los platos de los tres finalistas –los otros dos fueron Javier Rodríguez, de El Papagayo (Córdoba) y Gustavo Rapretti, de En mis fuegos, cocina con identidad (Puerto Madryn)- en la parrilla Nuestro Secreto de Hotel Four Seasons, de Capital Federal, el jurado se tomó buena parte de la tarde.

Los cuatros responsables de la determinación no dudaron en coincidir en que la decisión era difícil. Tres excelentes proyectos, dignos de premiar y reconocer y con las particularidades de cada una de las historias personales y profesionales que hay detrás de ellos y que contribuyen a realzar su gastronomía.

Esta opinión fue similar –con algunos matices, claro- entre los periodistas invitados que siguieron cada instancia de las presentaciones junto al jurado y directivos de Baron B.

Por la noche, en la mansión del mismo hotel y con una gran cantidad de invitados, se proyectaron nuevamente los videos que introducían a cada finalista y sus proyectos. También se degustaron –en versión miniatura- sus elaboraciones con el maridaje del espumante elegido para cada uno.

Allí llegó el anuncio y la emoción de Blondel cuando el reconocido Colagreco pronunció su nombre. No era para menos. Luego de presentarse junto a casi ochenta colegas (casi el doble de la convocatoria en 2018), ser distinguido con este reconocimiento lo llenaba de alegría.

Además del corcho bañado en oro y tallado por el orfebre argentino Juan Carlos Pallarols, Blondel viajará a Francia en octubre para participar en un curso de alta gastronomía en la escuela Lenôtre; tendrá un encuentro con Mauro Colagreco en su restaurante Mirazur (Menton); y culminará su experiencia recorriendo la región de la Champagne, además de una distinción económica de $ 200.000. Los otros dos finalistas recibieron un corcho bañado en plata, también diseñado por el artista, y una distinción económica de $ 120.000.

"Creo que apostar en los jóvenes talentos y a los proyectos gastronómicos que abren las puertas a productores, a familias, es un camino que tenemos que transitar, no es un camino corto, pero lo lindo de esta edición fue recibir esta más de 70 candidaturas que nos mostraron que hay en todos lados del país jóvenes con muchas ganas de enseñar lo que hacen, con mucho talento y con una visión de una gastronomía muy actual. Me enorgullece como argentino poder ver eso, estar apoyando esos proyectos. Hubo varios proyectos muy interesantes. Da ganas seguir buscando. Ha sido muy difícil elegir entre los tres candidatos. Lo que vimos y pudimos degustar hoy de estos tres finalistas es de una calidad increíble, cualquiera de los tres podría haber ganado. Hoy lo que ha ganado ha sido la gastronomía argentina", dijo Mauro Colagreco, quien viajó al país exclusivamente para ser jurado del Prix de Baron B.

Tras la construcción de la gastronomía argentina

El Prix de Baron B – Édition Cuisine es un desafío atrevido y visionario que busca recuperar el espíritu de quien supo crear un espumante perfecto a partir de un terroir encontrado, reconociendo a aquellos proyectos que cultivan un estilo propio a partir de las posibilidades y los productos de su entorno.

De esta forma, Baron B refuerza su vínculo con la alta gastronomía nacional y reconoce nuevas visiones transformadoras en un acontecimiento federal que valoriza la diversidad y la riqueza de cada región del país.

El premio comenzó en 2018 y que tuvo como primera ganadora a Patricia Courtois (invitada a esta segunda edición) con Proyecto Iberá. Es un premio que reconoce anualmente a quienes están generando un cambio en su entorno y aportando a la gastronomía argentina.