Vaticano: el líder más amado y la mujer más poderosa, por el clima

El Papa y la canciller alemana Ángela Merkel coincidieron en la preocupación por el calentamiento global. Ella regaló dulce de leche y él, encíclicas.

El Papa Francisco recibió ayer en audiencia privada a la canciller alemana, Angela Merkel, y en una descontracturada charla compartieron sus preocupaciones por temas internacionales como conflictos sociales y el medio ambiente. Pero lo que llamó la atención fueron los regalos con los que la referente de la Unión Europea y -según la revista Forbes- mujer más poderosa del mundo agasajó al Papa.

Merkel llevó tres grandes potes de dulce de leche y una caja con alfajores. Así le arrancó sonrisas al Sumo Pontífice, que varias veces declaró su fanatismo por esos clásicos de la gastronomía argentina. También le obsequió la colección de CD de las obras de completas del genial compositor de música clásica Ludwig van Beethoven.

En el encuentro, ambos estuvieron de acuerdo en señalar la necesidad de “romper los muros y fomentar el carácter multilateral de la sociedad”. También en la importancia de los tratados internacionales y en asistir a la mayor parte del continente africano, sobre todo en la cuestión de la migración.

La cita en el Vaticano se extendió durante unos 40 minutos y, a continuación, Merkel también se reunió con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. Se trató de la cuarta audiencia privada y la sexta reunión general entre ambos.

La audiencia se desarrolló en el Palacio Apostólico, y tanto Francisco como Merkel se mostraron preocupados por la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, firmado por más de 190 países, para garantizar la reducción del calentamiento global y combatir el cambio climático. "Fue una lástima que Estados Unidos haya salido", coincidieron ambos, según difundieron voceros de Merkel.

Francisco también le hizo regalos a Merkel, como es su costumbre. Le dio los tres documentos que publicó durante su pontificado: "Laudato Sii" (2015), "Amoris Laetitia" (2016) y "Evangelii Gaudium" (2013). También una escultura en bronce con la representación de un ramo de olivo, que es el símbolo de la paz.

Tanto Francisco como la propia Merkel aparecieron muy sonrientes y antes de reunirse a puerta cerrada intercambiaron algunas palabras en alemán, si bien después contaron con un intérprete. La canciller también visitó el cementerio teutónico, situado junto a la basílica de San Pedro y donde se encuentra un centro cultural dedicado al Papa emérito Benedicto XVI.

Merkel dijo que Francisco la alentó a luchar por acuerdos internacionales, incluso el Acuerdo de París de 2015, cuyo objetivo es frenar las emisiones de gases que atrapan el calor en la atmósfera. “Sabemos que, lamentablemente, Estados Unidos está dejando este acuerdo”, afirmó Merkel.

De la misma manera como lo hizo cuando Trump lo visitó el mes pasado, Francisco dio a Merkel una copia de su encíclica ambiental “Laudato sii”, que retrata la lucha contra el cambio climático y el cuidado del medio ambiente como una obligación moral urgente.

Francisco piensa excomulgar a mafiosos y corruptos

El Vaticano está estudiando elaborar una nueva doctrina que excomulgaría a los católicos que estuvieran asociados con la mafia y la corrupción.

La Santa Sede realizó la primera conferencia de su historia sobre la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Asistieron medio centenar de fiscales, obispos, víctimas y funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El Vaticano dijo en un comunicado ayer que era necesario elaborar una nueva doctrina legal para la Iglesia católica sobre la “excomunión por corrupción y asociación con la mafia”.

El papa Francisco ha denunciado la corrupción durante muchos años, y escribió un libro breve sobre el tema cuando era arzobispo de Buenos Aires. En 2014, durante una visita a uno de los baluartes de la mafia italiana, Francisco dijo a los mafiosos que estaban excomulgados. Pero la elaboración de una doctrina en torno a ese concepto sería un paso nuevo para el Vaticano.

Una buena relación, de apoyo mutuo

Según Merkel, el líder de la Iglesia católica la respaldó ante las duras negociaciones sobre la protección del medio ambiente y la lucha contra la pobreza en África. “Me animó a seguir ese camino. Y también a luchar por los acuerdos internacionales”, declaró Merkel. La canciller anunció que África será uno de los puntos centrales de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20, algo que el Papa saludó. “En conjunto fue una conversación muy alentadora para mí, para intentar conseguir paso a paso éxitos para toda la comunidad internacional”, afirmó Merkel.

La relación entre Merkel y el pontífice es buena, algo que ayer se reflejó desde el primer momento del encuentro.

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