Fue en una tarde. Simón Saieg largó el skate y se metió al estudio con Lucca Beguerie (Usted Señalemelo), apenas le dijo que quería hacer una banda. “Grabemos un tema, ya fue”, le dijo el batero de Usted. Y esa misma noche la canción “La playa”, compuesta en una servilleta con birome, empezó a arder en la red.
Mientras Simón habla de ese proto-experimento que antecedió a Perras on the Beach (la banda a la que pone voz y letra, la banda que en un año conquistó la escena under nacional), recuerda que en esa primera grabación estuvo presente Rodrigo Cara, el “Cebolla”. “Se cagó de risa, le pareció genial”, dice reviviendo el espíritu del fallecido líder de la Skandalosa Tripulación, en cuyo recital homenaje Simón participó.
- ¿Y ese tema inicial lo escribiste ahí, de la nada?
- Sí. Es un tema que habla del porro, aunque podría tratarse también del amor. No es que quiero ser un provocativo ni que me proponga serlo. Salió eso. Y gustó.
Simón es. Ahora que mira la ciudad de Buenos Aires desde una ventana de Palermo, piensa que el hecho de venir de Mendoza es una ventaja. “Acá está todo como medio muerto, ves puro gris. Allá está la montaña, en Mendoza está todo vivo”.
Tiene razón en algo: acá hay familia. Sin la atomización y el peso de las ‘bandas estresadas por triunfar’, los nuevos grupos de rock local se han dedicado a formar una conciencia nueva. Quizá por la falta de espacios para tocar, quizá porque las nuevas generaciones ya se dieron cuenta de que el individualismo apesta, quizá por la sinergia de figuras como el Cebolla, los músicos se ayudan, se intercambian, colaboran, se crean escenarios en el under y se invitan, se suman al disco de otro y se respaldan.
Así, de hecho, nació Perras on the Beach.
Un rebelde on the beach
Cuando Simón era niño, su madre mandó a los hermanos Saieg a canto. Juan (hoy vocalista de Usted Señalemelo) siguió con las clases. Pero al poco tiempo Simón se cansó. “En mi casa se escuchaba Pedro Aznar, Spinetta, Gieco... A mí no me gustaba. Era la música que ponían mis viejos”, confiesa.
Mientras crecía, iba saltando de un colegio a otro. “Fui a un montón. No prestaba atención, no aprobaba nada. Yo sé que no nací para terminar la escuela. Entiendo que es un camino para algunos; pero no es el mío”.
A los 13, empezó a escuchar bandas punk. “No entendía nada, pero ponía los Ramones para hacerme el loquito”. Pero un día sorprendió a todos con el antojo de aprender a tocar el violín. “Me mandaron a una profesora evangelista, que me hablaba de Dios y me insistía con las partituras. Entonces me fui. No me gusta que me digan qué tengo que pensar ni cómo tengo que hacer las cosas”.
Al tiempo retomó el instrumento con Manik Nur (uno de los integrantes de Bigote, que acaba de sacar su disco solista). “Con él hablamos mucho de la vida y la onda fue diferente”.
Cuando en la secundaria su hermano Juan formó parte de la banda Usted Señalemelo, él participó en dos temas como violinista. “Ahí me di cuenta de que yo también quería tener banda”.
Y entonces volvemos a esa tarde en que se pusieron a grabar un tema, en base a coca cola y puchos.
“Ya ni me acuerdo cómo salió el nombre. En principio nos íbamos a llamar Perras... Después le agregamos ‘on the beach’ para burlarnos un poco más. Yo ni siquiera hablo inglés”.
En principio, la banda estaba compuesta por Gabriel Orozco en batería, Bruno Beguerie en bajo, Juan Saieg en teclados y Lucca Beguerie en guitarra. O sea, casi todos los mismos músicos de Usted Señalemelo pero en otros instrumentos.
Con el disco debut (“Chupalapija”, 2016) vino el estallido. Apenas lo subieron a la red sumó 10mil visitas. Pero la prensa empezó a mimar a Perras, sobre todo, después del recital en el festival de San Martín de los Andes.
“Medio que nos fuimos al carajo”, asume Simón pero sin arrepentimiento alguno. Al parecer, el municipio sureño estaba un poco irritado con esa banda que usaba tantas malas palabras. El malestar fue subiendo hasta que Simón, en el escenario, terminó bardeando a la municipalidad.
Fue entonces que los portales y los diarios especializados en música recalaron en esos casi adolescentes salidos de Mendoza a los que les “chupaba todo un huevo”.
La frescura, pues, tuvo su premio. Y las fechas se sucedieron y los recitales crecieron durante un año febril y alucinante.
Pero hubo un freno. En abril de este año, Perras... tuvo que hacerse cargo de que no podía sostener así semejante ascenso. “Nos empezamos a pisar los talones”, dice Simón. Y claro, tan requeridos como Usted Señalemelo, los mismos miembros no se podían desdoblar. Entonces, antes de terminar enojados, decidieron bajar un cambio y rearmar la formación.
En ese momento, cuando sintió que lo perdía todo, Simón lanzó su disco solista.
“Lo llamé a Luca Bocci y a Juan y lo grabamos juntos en una semana a Coca-Cola y puchos, sin salir y sin bañarnos”, cuenta. La mayoría de las canciones hablan de la muerte de su papá (Omar Saieg) y de cierta melancolía cotidiana.
- ¿Y va a continuar Simón Poxyran?
- Es posible. Pero ahora que rearmamos la banda, siento que tengo más cosas para decir con Perras...
El 21 de este mes, Perras on the Beach se presentará en Mendoza, luego de fechas en distintos escenarios del país. A ella se ha sumado Ignacio Laspara (en guitarra) y Fabricio Foresto (en batería). El núcleo inicial - Simón y Bruno Beguerie- continúa.
- Llenan todos los recitales. ¿Por qué creés que Perras... conecta tanto con el público?
- Porque somos sinceros.
Perras on the Beach, apta para todo público
Perras on the Beach se presenta en la ciudad de Mendoza para compartir un show que esta vez será apto para todo público. La cita es el lunes 21 a las 20 (puntual) en El Baile, calle Mitre 1709. Las entradas ya están disponibles en Desigual ( 9 de julio 932) y Otra Vida (Galería Caracol).