“Prendí velas en casa, puse su foto”. No, no crean que está hablando de la mañana de 2009 en que todos recibimos la noticia fatal y las radios explotaban de hits. Esa vez -la de la muerte de Michael- Sergio no contestó el teléfono. Se paró frente al espejo, cortó su melena negra y tiró a la basura el disfraz.
Decidió dejar de actuar por años. Se dedicó a otra cosa. Pagó sus cuentas dibujando. “No iba a ser parte de ese circo”. Menos después de que la cosa había andado tan mal porque, en medio de las batallas legales, la figura de Michael en España estaba en caída y las contrataciones al doble escaseaban.
-¿Y qué te trajo de vuelta?
-Los fans. Los chicos que me escribían.
-¿A Michael o a Sergio?
-A Sergio. Nunca dejé de ser yo. Por eso no me empeñé en las cirugías.
-¿Salís a la vida así, maquillado, con su estilo?
-No, salgo con mi gorra y mi pelo atado. Pero siempre con mis gafas oscuras.
Ha dormido apenas dos horas. Después de presentaciones en Rosario, Mar del Plata, un Luna Park y un vuelo de madrugada, Sergio suspira a través de sus labios delineados.
-Entonces ¿para quién prendiste esas velas?
-Para un chico de 15 años al que le estaban por amputar una pierna.
Debido a su semejanza con el ídolo, el chico le escribió durante toda su internación, buscando amparo y fuerza. “Ya no voy a poder bailar”, se lamentaba en el chat. Del otro lado de la pc, Sergio respiraba profundo y escribía: “Tú eres como un superhéroe, lo vas a superar”.
Como esa, miles de charlas con los fans. Cosas que le cuentan los adolescentes porque sí, porque le tienen confianza, porque lo sienten un ‘hermano mayor’ por reflejo. Un canal de comunicación con el espíritu de Michael.
De modo que este español del 46 años siente su tributo a Jackson no como una mera imitación sino como una responsabilidad.
-¿Y te planteaste eso de 'soy sólo un imitador'?
-Alguna vez pensé en hacer mis cosas. Pero esto me fue llevando y me dejé fluir. Vivo el día a día. Cuando tenía 13 años mis compañeros de la escuela me decían “Oye eres igual” y a mí me daba vergüenza. Era muy tímido. Luego me dije ¿por qué no aprovechar este regalo que me dio la naturaleza para transmitir algo positivo?
Otro caso fue el de un joven miembro de las marras colombianas. El chico estaba a punto de ir a ejecutar su venganza por su amigo asesinado. Entonces le escribió por Facebook. Y Sergio, con dulzura pero firmeza, le ordenó que no fuera al velorio donde se iban a enfrentar los bandos, le hizo pegar en su pared su foto de graduación, le recordó la posibilidad de cambiar de vida (de ropa, de peinado, de hábitos) y elegir otro destino.
Esta es la parte más interesante de “ser” Michael Jackson. Para el barcelonés, el parecido que la naturaleza le dio con el Rey del Pop implica lo mismo que el don adquirido de Peter Parker, o sea El Hombre Araña: “un poder conlleva una gran responsabilidad”.
¿Lo conoció? Tanto como lo puede conocer un doble. “Cuando Michael se estaba casando con Lisa Marie Presley, en el ‘94, hubo una operación para despistar a la prensa: entonces me contrataron para desfilar por las calles escoltado por 20 Harleys Davinson, con helicópteros alrededor”. Simuló ser él cantando dos canciones ante MTV y el resto de la prensa. Hasta que el propio Jackson salió a revelar la treta.
En el ‘97, fue convocado como doble de ventana: “tenía que salir a saludar a la multitud agolpada en las calles”. Esa vez sí lo conoció. A pedido de Michael, Sergio había filmado un video donde manifestaba lo que pensaba de la vida. Al cabo, la estrella bajó y le estrechó la mano. “Vi a un ser humano. Muy atento. Muy cercano. Muy natural”.
Claro que nada en la vida de Jackson fue normal. Desde niño, vivió en la escena y en la alienación del exceso de fama. Sergio no cree en ninguna de las acusaciones sobre abuso de menores. De algún modo, en los meses previos al desenlace, presintió su muerte.
“Estaba rodeado de gente pero mi sensación era que estaba solo y vulnerable. Que no lo supieron cuidar. Hay muchos intereses detrás de tanto éxito”. A él, de hecho, lo recorrió un escalofrío cuando la multitud de Milán pensó que era el auténtico. “Tenía mucho miedo de que alguien se diera cuenta. La noche previa no dormí nada”.
Tampoco durmió esa noche de su adolescencia ante la primera vez que le pidieron bailara como él. “Cuando cursaba el secundario, un periodista de una revista popular me propuso hacerme una entrevista por el parecido. Una semana después de la publicación, me llamaron unos suizos para que estuviera presente en el lanzamiento del perfume de M. J. La cosa era estar allí, lookeado, como una figura de cartón.
Pero luego me sugirieron que bailara en un par de presentaciones privadas. Yo hasta entonces era muy tímido. No me gustaba salir en los actos escolares ni llamar la atención”. Pero sí jugaba desde niño a los Jackson Five con sus siete hermanos.
Uno de ellos ya había comprobado su break dance en el living de casa y su capacidad vocal de tenor alto, tan similar a la del cantante de “Bad”. Así que lo alentó.
Puso tanto empeño que ahí nomás lo invitaron a una expo donde también actuó el doble de Stevie Wonder y, de allí, voló a New York.
Pero ahora, cuando no está girando, sus días se dividen entre su hogar español (donde convive con su perra) y las jornadas en Italia, donde ensaya junto al elenco que lo acompaña desde hace dos años.
“Estos jóvenes italianos son increíbles, muy profesionales. Ellos me convocaron para armar un nuevo tributo. Y, cuando los conocí, hubo química de inmediato. Yo no podría hacer esto si no sintiera que lo hacemos con absoluto respeto y amor. Y si no percibiera que ellos son, también, mi familia en el escenario”.
El show de esta noche en el Arena Maipú incluye bailarines y músicos en vivo. Y un repertorio que va desde los hits de "Off the Wall" hasta algunos inéditos que se conocieron luego de su muerte, en 2009.
La ficha
"Live Tribute Show"
Michael Jackson - Sergio Cortés
Día y hora: hoy, a las 21.
Lugar: Arena Maipú (Lateral Sur Emilio Civit 791, esquina Maza, Maipú).
Entradas: desde $400 a $900
Se pueden adquirir en Maxi Mall, Musimundo (Ciudad) Chamu (San Martín) y en www.tuentrada.com