Vos dirás que nadie es más afortunado que esta actriz: es bellísima, tiene millones y millones de dólares, los directores de cine se la disputan, el mundo entero la adora... Pero, mis queridos, en cuestiones de amor real, las cosas son bien distintas.
Si lo sabrá la buena de
Scarlett Johansson
que, luego de ver fracasar su matrimonio en un par de años, ser abandonada por
Sean Penn
(apenas un par de meses después de enamorarla) y ahora también por
Nate Naylor
, un ejecutivo de publicidad de Nueva York con el que estuvo casi un año, está más sola que nunca. La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?