Yo estaba en el Festival de cine de Friburgo, en Suiza, dando una charla sobre la temática de mis películas, cuando de repente me suena el teléfono. Era Thierry Frémaux, el programador de Cannes, que me dice: 'Pablo, quiero que seas el presidente del jurado en Cannes'. Yo no entendía nada. Le dije dónde me encontraba y que me diera tiempo para pensarlo. A partir de ahí, mi cabeza estuvo en otro lado, imaginate. Apenas terminó la charla, lo llamé a Frémaux y le dije que contara conmigo". Así cuenta el cineasta Pablo Trapero cómo fue elegido para ser presidente de la prestigiosa sección "Una cierta mirada", donde ningún argentino –ni ningún realizador latinoamericano– había llegado antes. Y Trapero la conoce bien, ya que ahora la presidirá luego de competir allí con El bonaerense, Leonera, Carancho y Elefante blanco.
Rumbos está en las nuevas oficinas de su productora MatanzaCine, en el barrio porteño de Chacarita, donde Trapero no oculta los sentimientos que le pasaron por la cabeza cuando le llegó la inesperada propuesta de ser presidente de jurado en Cannes. "Vértigo, nervios, temor. Pensá que los anteriores presidentes de esa sección fueron Kusturica, Vinterberg, los hermanos Dardenne, Ken Loach y Kiarostami, entre tantos… Es todo una responsabilidad. Si bien el año pasado fui jurado en el Festival de Venecia, ser presidente tiene otro peso específico", grafica Trapero.
¿Cuántas películas tenés que ver por día y en qué idioma?
Entre tres y cuatro por día. Y las veo en el idioma original con subtitulados en inglés y francés… Con el inglés me defiendo y al francés le metí un intensivo en la Alianza Francesa para decir algunas palabras e intentar defenderme.
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