Decenas de mendocinos acompañaron a familiares y amigos de Gisela Gutiérrez a la puerta de la Legislatura para pedir por la aparición de la joven, que fue vista por última vez el 19 de julio de 2015 en el barrio La Favorita.
"¿Dónde está Gisela?", decían los carteles que llevaban los manifestantes.
La querella, constutida por la Coordinadora feminista de Mendoza y la madre de Gisela Ramona Alcaya, presentó en la Legislatura un pedido de informe del caso. El petitorio estuvo dirigido a la Comisión de Genero y erradicación de la trata y los presidentes de las cámaras de Senadores y Diputados.
Desde la Coordinadora dijeron: “No puede ser que a un año de su desaparición no se tenga ni una hipótesis, que solo se hayan hecho dos rastrillajes. Hay desinterés y obstaculización para encontrar a Gisela”.
Ante la falta de respuestas por parte de las autoridades, denunciaron -una vez más- que la joven no solo fue víctima de violencia de género, sino que ahora también es una víctima del sistema.
Gisela tenía 24 años y estaba embarazada. El 19 de julio de 2015, cerca de las 18.30, salió de su casa para ver a una media hermana por parte de su papá, que vive a una cuadra de su vivienda y nunca más volvió. Estaba vestida con una calza de algodón tipo animal print gris y blanca, un tapado marrón claro con capucha con piel y zapatillas rosa tipo botitas.
Al pasar las horas y ante la ausencia de Gisela, su mamá fue a buscarla hasta la casa de su hermana, donde le dijeron que ya se había ido. Desde entonces no se supo más nada de ella.
Desde un principio la familia sospechó de que fue víctima de una red de tratas porque no tenía motivos para irse, ni había discutido con nadie, ni dejó notas de despedida, ni se llevó sus pertenencias, ni el documento.
La vida de Gisela ha estado signada por la violencia. Se separó del padre de sus dos primeros hijos porque la golpeaba. Luego hizo pareja con otro hombre, con el cual tuvo una hija, pero también le pegó y lo dejó. Cuatro meses antes de que fuera vista por última vez fue víctima de violencia sexual y quedó embarazada.
La policía ofrece una recompensa de 20 mil pesos para quien aporte datos certeros que ayuden a dar con el paradero de la joven.