Hugo Eduardo Arredondo (25) fue imputado recientemente por la muerte del ex militar y comerciante Jorge Daniel Montilla -asesinado en el barrio Tamarindos cuando le quisieron robar la camioneta- y ahora podría ser imputado por otra muerte. Una prueba de ADN podría dejar a Arredondo al borde de otra imputación por homicidio agravado.
El viernes, el fiscal especial Daniel Carniello recibió el análisis de ADN de unos restos óseos encontrados también en Las Heras y que podrían pertenecer a Eduardo Jesús Tapia (31), un hombre que desapareció en la zona de El Algarrobal en abril pasado.
Esta semana, se realizarán análisis de ADN a los familiares de Tapia, para determinar -científicamente- si la persona muerta es realmente Eduardo Tapia. Los investigadores creen que es Tapia porque sus parientes reconocieron la ropa encontradas junto a los restos óseos.
Casos relacionados
¿Pero cómo se relaciona la muerte de Tapia con la del comerciante Montilla? Es que el cotejo de balística realizado por la Policía Científica determinó que el arma que se utilizó en el homicidio de Montilla es la misma con la que mataron al hombre que sería Tapia. Los peritos compararon los plomos encontrados en el cuerpo de Montilla y otro, que se encontró entre los restos que podrían ser de Tapia, y determinaron que salieron de la misma arma.
Arredondo, el sospechoso de ambos casos, fue identificado por testigos que vieron cuando atacaban al comerciante lasherino para robarle el vehículo. Y el arma que habrían usado en este caso es la misma que terminó con la vida de quien sería Tapia, si bien esta arma calibre 22 no ha sido encontrada, la relación entre ambos casos está probada: Tapia y Arredondo se conocían: tenían una relación conflictiva.
"También estamos viendo si esta misma persona participó en otros robos agravados. La investigación todavía no está cerrada. Esperamos para la próxima semana poder confirmar la identidad de los restos y si fuera Tapia realmente, se imputaría al detenido por este crimen", explicaron los investigadores.
¿Es Tapia?
El 12 de mayo pasado, Emanuel Escudero (21) halló los restos en un descampado del barrio Victoria de El Algarrobal. De inmediato fue hasta una comisaria a denunciar el hallazgo. Luego Policía Científica determinó que eran restos humanos: un brazo, parte de una pierna y un cráneo. Posteriormente se estableció que ese cráneo tenia un impacto de bala, logrando obtenerse el plomo.
Por la 4x4
El 10 de marzo pasado, después de las 23, en el barrio Tamarindos II. Jorge Montilla cerró su pollería y fue a llevar algunas mercaderías a la casa de una prima, ubicada en la esquina de Benjamín Matienzo y Gregorio Deán Funes de Las Heras.
Al salir y subirse al vehículo, la víctima -un oficial retirado de la Fuerza Aérea- fue sorprendido por dos delincuentes que le exigieron las llaves de su camioneta Toyota Hilux. Montilla intentó resistirse por lo que uno de los delincuentes abrió fuego contra él y rápidamente se subió a un auto que lo esperaba cerca de la esquina. El hecho fue presenciado por la esposa de Montilla y su hija de 14 años.
Los disparos dieron en el tórax y en el glúteo del militar. La esposa lo llevó al hospital Carrillo, donde falleció segundos después.
Hace 10 días, el fiscal Carniello ordenó allanar una vivienda del asentamiento La Esperanza de El Algarrobal, donde fue encontrado Arredondo. Dos personas lo señalaron como el autor del crimen de Montilla y fue imputado por homicidio criminis causa, delito que tiene como pena la prisión perpetua.