La disputa por una porción de tierras de la estancia Benetton

Se habla de más de 500 hectáreas en conflicto y algunos hasta dicen que llegan a las 1.000. Ésas son las tierras en las que en 2015 se asentó un grupo mapuche en reclamo de su titularidad. Es el "Pu Lof (comunidad) en Resistencia", en el paraje de Cushamen, noroeste de Chubut. Un puñado de familias que viven del pastoreo en una pequeña porción de las tierras adquiridas por Benetton a comienzos de los noventa.

Allí ocurrió el operativo de Gendarmería del 1 de agosto, en el que, según testigos de la comunidad mapuche, desapareció Santiago Maldonado. El joven había llegado para solidarizarse con el Pu Lof. Ya en enero, esa comunidad había sido objeto de un duro operativo de parte de la policía de Chubut, con apoyo de Gendarmería, con dos heridos y nueve detenidos.

El gobierno de Chubut siempre calificó de "grupo de delincuentes" al RAM (Resistencia Armada Mapuche) y lo acusa de atentar contra propiedades y estancias cordilleranas. El jefe de gabinete de Patricia Bullrich, Pablo Noceti, coincide con esa identificación. Los gobiernos de Chubut y Río Negro y representantes de Gendarmería se reunieron el 31 de julio pasado con Noceti, en Bariloche, para coordinar los operativos contra las protestas mapuches. Con el RAM en la mira.

El cacique o “Lonco” del Pu Lof de Cushamen es Facundo Jones Huala. Está preso en Esquel, a la espera de un pedido de extradición desde Chile, donde lo acusan de acciones violentas. “No integramos el RAM”, insisten desde la comunidad de Cushamen.

En la zona cordillerana de Chubut existe una treintena de comunidades mapuches. Algunas son encabezadas por un cacique, otras por una comisión. "Hay diversidad entre ellos. Jones Huala lejos estaba de ser el más influyente, pero los operativos represivos contra el Pu Lof de Cushamen llevó al resto a solidarizarse con Jones Huala", comentaban a este diario desde el gobierno de Chubut.

“El RAM es un grupo clandestino que nada tiene que ver con la comunidad mapuche del Pu Lof; es el pretexto para criminalizar la protesta mapuche por recuperar su territorio”, define, a su vez, el dirigente de derechos humanos en Esquel Julio Saquero, quien estuvo el 1 de agosto en la comunidad, después del operativo de Gendarmería.

La familia Maldonado no duda de la media docena de testimonios que señalan a Gendarmería, aunque hasta ahora hay uno solo en el expediente judicial.

Eduardo Hualpa, abogado que trabaja en Chubut con comunidades indígenas, aseguró a este diario que el 1 de agosto a la noche recibió un mensaje de whatsapp de una mujer que precisa:

“Sigue desparecido Santiago Peloso”. “Creo que Santiago se hacía llamar por el apellido de su madre; el mensaje fue escrito a horas del operativo. Me parece muy difícil inventar algo así”, aseguró.