Hace ya más de un bimestre que la industria automotriz reclama al Gobierno por la falta de dólares para importar vehículos y autopartes, el problema persiste y las condiciones están dadas para que permanezca durante un largo tiempo.
Una de las consecuencias, según los expertos, será el incremento progresivo de la participación de autos nacionales, no por que se vendan más, sino por que disminuirá considerablemente el stock de unidades importadas.
En respuesta a los reclamos del sector automotor, a partir de esta semana las compañías podrán importar hasta U$S 100 millones en autopartes, siempre y cuando se aceleren los tiempos de entrega de vehículos del plan Procreauto y se frenen las suspensiones del personal.
Si bien el monto permitido es mejor que el saldo de $ 0 que rigió durante agosto para algunas marcas, es apenas la mitad de lo que podía importar el sector en condiciones normales. Por tanto, de mantenerse esta restricción, la caída de las ventas de autos importados en el país será inevitable.
Voceros de Renault, Chevrolet y Peugeot en Mendoza, que prefirieron el anonimato para referirse al tema, consideraron que ya existe una tendencia de aumento de participación de autos nacionales en el mercado.
Sin embargo, ni la propia fabricación nacional garantiza la fluidez en la provisión de autos desde fábrica hacia concesionarias. "No son pocas las restricciones en el ingreso de autopartes. No hay que olvidar que hoy no existen autos con 100% de fabricación nacional como lo fue el Torino”, advirtieron desde Renault.
Estadísticas de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) evidencian la tendencia de mayor participación de producción nacional.
Según el informe que elabora mensualmente el organismo, en enero el 37% de los autos patentados en el país fueron nacionales y el 63% importados. En tanto que los valores acumulados al mes de julio muestran una participación de 42% en vehículos de fabricación nacional y 58% de importados.
No hay que olvidar que la devaluación de enero y el impuesto a los bienes de lujo, condenaron a los vehículos importados de alta gama al fracaso de ventas durante 2014. Por tanto, las restricciones para obtener dólares son una traba más al normal desenvolvimiento del mercado que no para de recibir golpes.
Sin embargo, el mal momento no se limita únicamente a los modelos de importación. El último informe estadístico de Acara muestra una caída del 26,92% en los patentamientos de Mendoza entre enero y agosto de este año, contra igual período del año pasado. A nivel país, la diferencia es del 25,15% negativa.
Motos: predominio nacional
La reducción de vehículos importados no se da sólo en la industria automotriz, sino que también abarca la industria de las motos. En este caso, los disparadores son otros, aunque las empresas también podrían verse afectadas por la escasez de dólares para fin de año.
En el 2008 se vendieron en Argentina 750 mil motos, de las cuales el 70% eran importadas. Hoy la situación es muy diferente. Según estadísticas de la Asociación Argentina de Motovehículos (Mottos), entre enero y agosto de este año, ya se patentaron 332.961 unidades, de las cuales el 84% son nacionales y sólo el 16% son importadas.
El punto de quiebre entre una realidad y otra fue la puesta en vigencia (en 2008) del decreto reglamentario de la ley 26.457 de Incentivo a la Inversión Local de Emprendimientos de Motocicletas y Motopartes. Hasta entonces, se exigía que el 50% de los componentes de los motovehículos debía ser nacional, pero el decreto lo subió hasta 70%.
Juan Gómez, uno de los propietarios de Pueyrredón Motos, señaló que “es notoria la mayor participación de motos nacionales”. Además, explicó que aún las unidades importadas, como las Honda y Yamaha, se ensamblan en fábricas argentinas.
Claro está que la aplicación del decreto no es causa exclusiva de la mayor participación de motos nacionales. También influyen otros factores como las restricciones a las importaciones y el encarecimiento de los productos importados por la suba del dólar.
Tanto el decreto como la restricción, fueron un intento del Gobierno de evitar la fuga de divisas, problema que se acentuaría con el correr de los meses y hoy se evidencia aun más con las limitaciones impuestas a las automotrices para importar autopartes.
Las ventajas que puede traer la fabricación nacional de motos y motopartes, no garantiza el éxito comercial del sector. Así lo demuestran las últimas estadísticas difundida por Mottos.
Entre enero y agosto de 2014, se vendieron 12.389 motos en Mendoza, registrando una caída del 35,47% respecto de igual período del año pasado, cuando se patentaron 19.199 unidades. Los números a nivel país persiguen la misma suerte. Entre enero y agosto de este año se patentaron 332.961 motos, un 30,87% menos que en los primeros ocho meses del año pasado.
Llegarán algunas divisas a las terminales
Las terminales automotrices podrán acceder a utilizar parte de los 100 millones de dólares mensuales que les prometió el Gobierno para importar autopartes, a cambio de que no haya suspensiones ni despidos en el sector y que se prolongue el plan Procreauto.
Así se acordó hoy, durante una reunión que mantuvieron la ministra de Industria, Débora Giorgi, con representantes de las asociaciones de Fábricas de Automotores (Adefa) y de los concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
De acuerdo con lo informado por uno de los participantes del encuentro, desde el lunes y en forma semanal, las terminales podrán acceder a parte de los 100 millones de dólares, "para la importación de partes y piezas y poder completar los procesos productivos de los vehículos fabricados en la Argentina".
Durante el encuentro se especificó que una vez que se agote ese monto, "podría habilitarse una suma superior" para la importación de autopartes, con el objetivo de dinamizar la producción del sector.
La fuente indicó que "esta suma, de la cual cada terminal recibirá un porcentaje en relación con su participación en el mercado, "son al margen" de las divisas que pudieran obtener por exportaciones.
También se aclaró que ese monto tampoco forma parte de los recursos que se necesiten para hacer inversiones en las plantas.