Una cicatriz en su rostro hizo que Franco (17) fuera conocido como el “Caracortada”. Como el apodo lo vincula también a hechos delictivos por los que está imputado, solicitó que se le practicara una operación para eliminar el estigma. Ayer por la mañana fue intervenido quirúrgicamente en el hospital Lagomaggiore y por la tarde ya había regresado a la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (ex Cose).
Si bien en un primer momento las autoridades evitaron confirmar si la cirugía se había efectivamente realizado -por motivos de seguridad-, en horas de la tarde el ministro de Salud de la provincia, Matías Roby, comentó que fue intervenido por la mañana. Como todo resultó de acuerdo a lo planeado, el joven fue trasladado nuevamente al ex Cose, donde se encuentra detenido desde 2012.
Roby explicó que se trató de una cirugía reconstructiva “que le sacó la cicatriz que tanto le molestaba” al joven oriundo del oeste de Godoy Cruz. Y agregó que iba a ir a verlo personalmente a la la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil, para verificar si puede continuar con los controles post operatorios en ese sitio o será necesario llevarlo a un centro médico.
El mes pasado se confirmó que el gobierno provincial había decidido operar a Franco ya que la jueza penal de menores María Fontemachi había considerado que esto era importante para sus posibilidades futuras de reinserción social. Por otra parte, informes psicológicos habían revelado que la cicatriz lo estigmatizaba.
Sin embargo, cuando la información fue divulgada, se generó controversia porque hubo quienes consideraron que la cirugía no era prioritaria y manifestaron que hay mendocinos en listas de espera para ser operados, opinión que compartió la fiscal de menores Liliana Curri. Esto, en particular, ya que el chico no está por salir en libertad.
También hubo quienes sostuvieron que el Estado no debía gastar dinero en esta cirugía. Sobre esto, el ministro de Salud resaltó, entonces, que no es una intervención costosa y ayer reiteró que el procedimiento reconstructivo está disponible para cualquier otra persona que lo necesite.
Franco, conocido también como uno de los “angelitos de la Yaqui”, está detenido en el ex Cose desde diciembre de 2012 acusado de cinco homicidios, tráfico de drogas, tenencia de armas y otros delitos.
En junio del año pasado, el menor se escapó del pabellón de máxima seguridad de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil con otros cuatro jóvenes. Sin embargo, cuatro días después, su madre negoció con las autoridades las condiciones de su entrega y regresó al centro de detención.