“Jeremy Clarkson se llevó lo que quería de la Argentina”, afirmaron ayer personas ligadas a la megaproducción del popular automovilista y periodista inglés Jeremy Clarkson, quien debió abandonar la Argentina hasta con asistencia de su gobierno, después de ser declarado “persona no grata” en Tierra del Fuego donde, además, la caravana de autos de lujo que encabezaba fue apedreada por pobladores cuando llegaron a Tolhuin.
Las producciones de entre 1 y 3 millones de dólares que realiza Clarkson por todo el mundo, buscando siempre controversia, escándalo y hasta conflictos de tenor físico, logró su cometido: irritó a los fueguinos usando en la chapa de su Porsche la provocadora patente H982 FKL, que remitía abiertamente a la guerra contra el Reino Unido y, además, al mote británico de “Falklands”.
Además, otros dos autos, un Lotus y un Mustang llevaban números que remitían a los 649 muertos argentinos y 255 británicos del conflicto de 1982.