Enormes olas de hasta cinco metros que golpearon las costas de Chile el fin de semana causaron la muerte de una persona en el norte, provocando inundaciones y motivando varios rescates de turistas en balnearios del centro del país, informaron hoy las autoridades.
"El accidente más grave se produjo en la localidad de Caldera (ubicada en la región de Atacama, norte de Chile), allí producto de las marejadas una persona fue rescatada, pero falleció en el hospital", dijo Luis Vidal, comandante de la Marina chilena.
Las marejadas afectan desde fines de diciembre todo el borde costero de Chile, pero el fenómeno que se intensificó durante el último fin de semana "cuando las olas alcanzaron un máximo de cinco metros", señaló Vidal.
El funcionario puntualizó que el fenómeno se genera en el invierno boreal del hemisferio norte para moverse hasta el sur afectando las costas de Sudamérica.
Este año "el fenómeno es especialmente intenso porque ha coincidido con el fenómeno climático del Niño", potenciando el choque entre frentes fríos con otros cálidos lo que potencia su poder, agregó Vidal.
Por su parte, el ingeniero oceánico Mauricio Molina advirtió a radio Cooperativa sobre la peligrosidad de "un fenómeno que se llama 'grupo de olas', que tiene la característica de que se agrupan cinco a siete olas muy grandes y que luego viene un lapso de unos 10 minutos en el que vienen olas más pequeñas y, luego, el fenómeno vuelve a repetirse", sorprendiendo a los bañistas.
En Viña del Mar, principal balneario del país, calles y comercios de la costa sufrieron daños e inundaciones, operándose varios rescates, en medio de la temporada de mayor afluencia de turismo en sus playas que están prohibidas para el baño hasta el miércoles, anunció la autoridad marítima.
Luis Vidal, capitán de fragata de la Armada , explicó al diario La Tercera que el sector “tiene un enrocado que corta el borde costero en forma vertical entonces la energía ahí se disipa de forma más explosiva y por eso es que sobrepasa la línea de la costa”.
Las olas de hasta cinco metros rompieron mobiliario público y privado y dejaron anegadas calles colindantes a la costa. Los locales y restaurantes linderos a la costa debieron cerrar.
Muchos de los exclusivos edificios de la costa tienen sus pasillos inundados y algunos turistas optan por irse, ante el temor de ver las olas gigantes frente a sus balcones.
El mar arrancó de cuajo bancos de concreto en los que la gente se sienta a mirar el mar.
“En ventas hemos perdido $ 5 millones hasta ahora. Cerramos anoche (sábado) y no abrimos por almuerzo, pero no podremos comenzar a operar hasta que pase este fenómeno”, explicó Sebastián Ducci, dueño del restaurant Chez Gerald, ubicado en Av. Perú.
“Se mantendrá un patrullaje permanente y se realizará un monitoreo en las playas, toda vez que la autoridad marítima nos indica que hubo un cambio en la dinámica”, señaló el director regional de la Onemi, Guillermo de la Maza.
Esto a través de la coordinación del sistema de protección civil, la autoridad marítima, Carabineros y la municipalidad. Bomberos ha dispuesto equipos especiales, con máquinas 4x4 y equipamiento de cuerdas y rescate especiales, en caso de ser necesario, agregó De la Maza.
Recomendaciones para turistas
Las autoridades piden por favor no acercarse a las playas, no ir a curiosear, no sacar fotos, no intentar filmar videos y mantenerse muy lejos de la costa.
Desde el municipio Ricardo Muñoz sostuvo que “además de nuestro esfuerzo, necesitamos que la comunidad tome conciencia con el fin de evitar riesgos. Reiteramos el llamado a residentes y turistas a ser prudentes y no exponerse”.
De la Maza hizo un llamado a “alejarse del sector de rompiente”.
Según señaló el gobernador marítimo, capitán Rodrigo Vattuone, tres personas fueron rescatadas ayer por personal de la Armada: dos en playa Amarilla y uno en Las Salinas. En este último caso, la persona debió ser sacada del mar en un bote salvavidas.
Anoche las olas se agrandaron y hoy lunes por la mañana la situación es crítica. Quienes no pudieron pasar a Chile por los aludes lo están pasando mal en cordillera, varados. Quienes pudieron pasar también, ya que el mar que van a disfrutar está prohibido.