Detalles del secuestro millonario: “Les pasaron los 230 mil dólares de auto a auto”

Lo dijo un allegado al empresario secuestrado hace una semana. La familia no quiso que la Policía interviniera. Pormenores del hecho y el modo en que se llevó a cabo el pago del rescate. La víctima declaró en la Justicia Federal.

Detalles del secuestro millonario: “Les pasaron los 230 mil dólares de auto a auto”
Detalles del secuestro millonario: “Les pasaron los 230 mil dólares de auto a auto”

El secuestro del empresario Guillermo Altieri (62), director de la empresa productora y exportadora de corchos que lleva su apellido, sorprendió a la víctima y a su entorno. Por él, su familia pagó 230 mil dólares en billetes.

"No es un hombre millonario como para que sea blanco de un ataque así", dijeron. A una semana del hecho, trascendieron detalles de cómo se produjo el secuestro: los captores investigaban a la víctima desde hacía días y lo interceptaron en un tramo de su trayecto donde no hay cámaras.

Según los investigadores, la Justicia se enteró del hecho cuando una empleada de la empresa fue a retirar dinero al banco para pagar el rescate.  
Hace una semana, el empresario Altieri fue secuestrado poco después de salir de su casa del barrio privado Palmares, en Godoy Cruz.

Esa mañana, las acciones  que llevó a cabo la víctima previo al secuestro no variaron de lo que era su rutina habitual: salió de la vivienda donde vive con su familia y sus hijos poco antes de las 9 y subió a su camioneta Hilux. Luego tomó Panamericana y fue entonces cuando lo emboscaron. Un auto lo chocó desde atrás y una Hilux le impidió acelerar.

"Fue en un lugar donde no hay cámaras de seguridad", dijo un pesquisa, que agregó que los secuestradores tenían todo calculado desde hace tiempo. De hecho, tanto investigadores policiales como judiciales concuerdan en que se trata de una banda "extremadamente profesional".

Altieri fue amenazado por al menos cuatro sujetos que lo obligaron a bajarse de su camioneta e ir a la Hilux de los captores. Apenas se subió le dieron un culatazo en la cabeza "como para calmarlo", dijo la fuente. El golpe le valió una herida que, una vez liberado, fue suturada con tres puntos.

Tanto el empresario como su familia no tenían ni la menor sospecha de que una banda de secuestradores les había echado el ojo. De hecho, los días previos a la captura no notaron situaciones inusuales, pese a que la gavilla ya estaba tras sus pasos.

Cuando Altieri subió a la Hilux por las siguientes ocho horas estuvo a merced de sus secuestradores, que a cambio de su vida le exigieron a su familia les entregara la suma millonaria de 230 mil dólares.

Negociaciones sin policías
"Los Altieri no son millonarios. Son gente tranquila y de trabajo que no esperaba ser víctima de una situación así", dijo un allegado. 
Hay dos versiones acerca de cómo la noticia de la captura llegó a oídos de la Policía.

Fuentes cercanas a la pesquisa dijeron que la Policía se enteró en el momento en que una empleada de la empresa familiar fue a un banco del carril Rodríguez Peña a sacar una exorbitante suma de dinero: unos 230 mil dólares.

Por protocolo, los empleados de la sucursal deben avisar a las autoridades ante tan millonario y sorpresivo requerimiento. A esa sospecha, se sumó que la mujer "estaba muy nerviosa, por lo que fue entrevistada por el policía que estaba de custodia en el banco y a él le relató todo", dijo una fuente a este diario.

Allí, la empleada, según allegados a la causa, le contó al efectivo que Altieri había sido secuestrado y que las personas que lo tenían le exigían a la familia el dinero que ella iba a retirar.

Además la mujer agregó que los delincuentes habían exigido que  la Policía no se enterara del hecho y que le habían pedido a ella que no entrara con su auto a la playa de la entidad bancaria sino que estacionara afuera, dando a entender que al menos ella, si no es que todos, estaban muy vigilados.

Las fuentes dijeron que desde allí se avisó a las autoridades policiales y a la Justicia Federal.

Otra versión, salida del seno familiar, indica que los Altieri recién se enteraron del secuestro, cerca de las 14, cuando el empresario no regresó a almorzar a su casa. "Llamaron desde el juzgado a la esposa de Altieri y le dijeron que fueran a la fiscalía, que debían hablar con ella.

Entonces la mujer se comunicó con un abogado. En un principio no sabían de qué se trataba, aunque ella estaba preocupada porque él no había vuelto a la casa ni contestaba sus llamados", explicaron.

Las negociaciones las realizó telefónicamente un sobrino de Altieri. Es más, a él los sujetos le dijeron dónde y cómo debía hacerse el pago.
Primero, lo obligaron a subir en solitario a su vehículo y dar vueltas por varias partes de Godoy Cruz. La situación fue controlada todo el tiempo por los captores por teléfono.

"Se negaron a que participara la Policía. No quisieron que fuera un efectivo camuflado acompañando al sobrino ni tampoco que se le pusiera GPS a su auto", deslizó una fuente.

Finalmente, y tras varias vueltas, los secuestradores dijeron dónde sería el pago: en la rotonda de calle San Martín Sur de Godoy Cruz, prácticamente debajo de la ciclovía. Hasta ese lugar fue el sobrino de Altieri y, sin bajarse de su auto, le dio una bolsa con los 230 mil dólares a los secuestradores, que tampoco se bajaron de su vehículo.

Liberado
Cerca de una hora después, Altieri fue liberado en Fray Luis Beltrán, donde le pidió ayuda a una familia y llamó a su cuñado, para avisarle de su libertad.

Su camioneta Hilux fue hallada cerrada poco después en Godoy Cruz.

El caso está en manos del fiscal Fernando Alcaraz, quien dictó secreto de sumario. Una versión indica que los secuestradores -a juzgar por su tonada- son oriundos de Córdoba.

"La familia está muy conmocionada. Tienen miedo y no salen de su asombro", describieron desde su entorno.

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