Cuba: electricidad, escuelas y agua, prioridades tras el huracán Irma

Con la mayoría de las centrales termoeléctricas dañadas por Irma, el gobierno cubano “no sabe” cuándo podrá normalizar el suministro de energía.

Tras el paso destructor de Irma el fin de semana, Cuba estableció sus prioridades de recuperación: los servicios de electricidad, agua y el reinicio del curso escolar, informó ayer el Gobierno.

Los “severos daños” causados en las termoeléctricas cubanas por este huracán, sobre todo en la “Antonio Guiteras” de Matanzas, demoran el restablecimiento de los servicios de electricidad y agua.

“Debido a los severos daños que el huracán Irma ha ocasionado en todas las centrales termoeléctricas del país, no podemos estimar cuánto tiempo tomará la recuperación y habilitación total de la energía eléctrica”, dijo ayer el viceministro de Energía y Minas, Yuri Villamonte, citado por el diario oficial Granma.

No obstante, Villamonte subrayó que ya quedó restablecido el servicio de electricidad “en la mayoría de las provincias orientales” del país y se iniciaron “los trabajos de activación en occidente, con prioridad en la capital”.

Sin bombas de agua

La falta de electricidad dificulta el bombeo de agua, al margen de daños en tuberías conductoras. “Ya se está trabajando en su normalización”, aseguró Inés María Chapman, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

La mayor parte de la isla aún está en fase de “recuperación” de los daños de Irma, que recorrió la costa norte de este a oeste durante 72 horas con vientos de huracán, fuertes lluvias y penetraciones marinas en ambas costas, pues su radio de acción fue mayor que el ancho de Cuba.

“No tenemos luz eléctrica ni agua corriente. Tampoco tenemos combustible para cocinar ni agua para tomar”, declaró desesperada Mariela Amaro, una informática de 38 años, que vive en el céntrico barrio habanero de El Vedado. La penetración del mar destrozó la casa de Luz María Robles, ubicada frente al malecón de La Habana. “Ya recogieron todos los escombros y ahora estamos esperando el agua y la comida”, comentó la mujer de 70 años.

Los aeropuertos de La Habana y Varadero, los de mayor tráfico internacional en Cuba, reiniciaron ayer sus operaciones casi normalmente.

Una nota de la Corporación de la Aviación Civil de Cuba informa que a partir de las 12 hora local de ayer (13 en Argentina) de ayer “quedan restablecidas las operaciones aéreas nacionales e internacionales en el Aeropuerto Internacional José Martí”, de La Habana, el mayor del país.

Cuatro horas antes había entrado en servicio el Juan Gualberto Gómez en el famoso balneario de Varadero, 130 km al este de La Habana.

También comenzó a prestar servicios ayer la estatal empresa de ómnibus nacional, mientras que las escuelas (todas públicas) y universidades que no fueron afectadas por el huracán, reiniciaron sus actividades.

En La Habana, brigadas de trabajadores retiran de las calles gran cantidad de árboles y ramas, reinstalan postes eléctricos derribados, mientras la policía ordena el tránsito en esquinas importantes, donde Irma dañó una gran cantidad de semáforos.

Un 25% de casas de los Cayos, destruidas

Equipos de búsqueda y rescate llegaron ayer a los puntos más remotos de los Cayos de Florida, mientras que las autoridades se apresuraban para reparar la larga carretera que conecta con las islas para entregar ayuda a las víctimas del huracán Irma.

Las autoridades calcularon que una cuarta parte de las viviendas de los Cayos quedaron destruidas por el paso del meteoro.

Dos días después de que Irma azotara la cadena de islas con vientos de 209 kilómetros por hora, se permitió que los residentes volvieran a la parte de los Cayos que se ubica más cerca de la Florida territorial. Pero sigue siendo un interrogante el nivel de daños humanos y materiales en la zona, debido a los daños en los sistemas de comunicación y el difícil acceso.

“Va a ser algo muy duro para aquellos que regresan a casa”, dijo Petrona Hernández, residente de Cayo Pino Grande, cuya casa de concreto, con muros de 10 metros de altura, resultó intacta, a diferencia de muchas otras a pocas cuadras de distancia. “Será algo devastador para ellos”.

En otras partes de Florida, la vida se acerca nuevamente a la normalidad: algunos vuelos despegaron, se levantaron varios toques de queda y se reabrieron los principales parques de diversiones. Los cruceros que extendieron sus travesías para evitar la tormenta en altamar volvieron a puerto con miles de pasajeros a bordo.

El número de personas sin electricidad bajo el intenso calor del verano, se redujo a alrededor de 10 millones, la mitad de la población del estado. Las autoridades advirtieron que podría tomar unos 10 días restaurar la energía eléctrica en su totalidad. Unas 110.000 personas permanecían en refugios en toda Florida.

A la tormenta se le atribuyeron 12 fallecimientos en Florida, así como 4 en Carolina del Sur y dos más en Georgia. Al menos 37 personas murieron en el Caribe. AP

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