La severa imputación que recibió el conductor que el domingo por la mañana provocó un siniestro en el que murió un joven de 22 años, podría recluirlo a pasar varios años en prisión. La velocidad a la que circulaba -muy por encima de lo permitido- y su nivel de alcohol en sangre son clave en la investigación.
Diego Montseny (20) iba al mando de un Peugeot 207 cuando a las 7 del domingo mató a Martín Capelli (22) y dejó severamente herido a Sergio Derlich (26), quienes iban a bordo de un VW Gol. El siniestro ocurrió en Adolfo Calle y Las Cañas de Dorrego, Guaymallén.
Por la primera arteria circulaba Montseny. Iba solo y a una velocidad que, según testigos, superaba los cien kilómetros por hora. Este dato es un elemento clave para la investigación, que además quedó corroborado en una cámara de seguridad que hay en la zona. Ante esto, por estas horas Policía Científica perita el 207 para determinar fehacientemente a qué velocidad circulaba.
Montseny llegó a Adolfo Calle justo en el momento en que el auto que conducía Derlich (según los testigos, iba despacio) se disponía a cruzar la esquina.
El impacto fue tal que Capelli murió en el acto y Derlich terminó con heridas gravísimas, por las que aún continúa internado en terapia intensiva.
Quienes presenciaron el hecho dijeron que Montseny se bajó de su vehículo y fue hasta un lugar cercano donde se compró algo para comer y beber y que luego esperó el arribo de sus allegados.
Cuando fue sometido a una prueba de alcoholemia tenía un poco menos del valor permitido de alcohol para conducir, que es de 0,5. Sin embargo, en este caso se tiene en cuenta que cuando fue sometido al examen habían pasado casi dos horas del siniestro (por lo que el nivel ya había descendido) y la supuesta ingesta de alimentos (sería un pancho y una gaseosa) que vieron los testigos.
Con estos elementos, el fiscal Mauro Perassi imputó a Montseny de homicidio simple con dolo eventual y lesiones gravísimas. Es decir, para la Justicia Montseny sabía que con su accionar podía dañar a alguien y sin embargo no desistió.
Si llega a juicio con esta imputación, podría ser condenado hasta a 25 años de cárcel.
Ayer, el imputado todavía permanecía detenido en la comisaría 25.