El fenómeno de las muertes súbitas impactó a la sociedad argentina en las últimas semanas con la muerte de un jugador del equipo porteño de Laferrere y del empresario Horacio Mazza, casualmente ambas en un campo de juego. Si bien en el deporte es algo poco frecuente un diez por ciento de la población argentina muere por este tipo de accidentes, según estadísticas del Ministerio de Salud.
En el 85% de los casos de decesos por muerte súbita en el deporte el motivo son cardiopatías congénitas y este riesgo aumenta cuando las personas superan los 35 años de edad. Si bien este tipo de fallecimiento puede prevenirse no puede evitarse ya que, en deportistas, no suele presentar síntomas evidentes y ataca de manera silenciosa e imprevista.
Los especialistas recomiendan que a la hora de realizar una actividad deportiva sea de manera responsable y adecuada a las capacidades físicas de quien la practique, que se mantengan controles médicos regulares y el deporte se haga acompañado de personas instruidas en técnicas de resucitación y/o en ambientes con contingencia médica.