A las 8.20 de hoy, cuando entre los pañuelos verdes abundaban las caras largas, la histeria y hasta el llanto, el conteo provisorio de votos a la propuesta de legalización del aborto se revirtió sorpresiva y definitivamente. A las 10, el proyecto obtuvo la media sanción de la Cámara de Diputados, por 129 votos a favor, 125 en contra y una sola abstención, de la justicialista cordobesa Alejandra Vigo. Es histórico: es la primera vez en la Argentina en que la despenalización del aborto obtiene la media sanción de una cámara del Congreso. Ahora, pasará al Senado.
La aprobación de la propuesta, surgida de organizaciones de mujeres tras varios años de intentos, se produjo tras una jornada de ánimos zigzagueantes: el proyecto estuvo al borde de ser rechazado pero se produjo un inesperado giro cuando el diputado pampeano Sergio Ziliotto, del PJ, anunció en Twitter que Melina Delú y Ariel Rauschenberger, también justicialistas pampeanos, confirmaron que cambiarían sus rechazos por votos a favor.
Durante la madrugada, el conteo provisorio se había inclinado a favor de los pañuelos celestes: el proyecto reunía 126 apoyos y el rechazo, 128, gracias a la confirmación del acompañamiento del salteño Javier David y los formoseños Ramiro Fernández Patri e Inés Lotto, quienes efectivamente terminaron votando en contra.
En esos momentos, la facción verde esperaba una mano de la Casa Rosada para revertir el resultado, ordenando a un par de diputados del PRO, el partido del presidente Mauricio Macri, que se ausentaran a la hora de votar para restarle unos porotos al rechazo y propiciar el triunfo del proyecto de aborto legal.
Razonaban que políticamente al Gobierno le convenía que el proyecto fuera aprobado en Diputados para que la discusión sobre el aborto legal siguiera concitando la atención de la opinión pública, mientras se realiza el Mundial de fútbol de Rusia y el dólar se aproxima a los 27 pesos.
"Si Marcos Peña levanta el teléfono, llama a dos diputados del PRO y les dice que no estén presentes, se van a ausentar, porque no responden a Nicolás Massot, responden al Gobierno", dijo una fuente parlamentaria.
En el entorno del diputado cordobés, que es el jefe del bloque del PRO y oficio de armador y estratega de los antiabortistas, todo era sonrisas y alegría. Tras el viraje de los pampeanos, se fueron siendo perdedores.
Según pudo saber Los Andes, Ziliotto y el bonaerense Eduardo "Bali" Bucca, amigo personal del conductor y empresario de la televisión Marcelo Tinelli, también del Bloque Justicialista, convencieron a Delú y Rauschenberger de que modificaran su voto y apoyaran el aborto legal.
Al final, la señal de la Casa Rosada no llegó: cuando todo estaba perdido para los verdes, la política, otra vez, apareció de la mano del peronismo.
Tironeos
La sesión, que había arrancado a las 11.20 de la mañana de ayer, se desarrolló en medio de rumores sobre fuertes presiones sobre algunos diputados.
En los pasillos se informaba que la diputada Lotto, cercana a la parroquia Don Bosco de Formosa, estaba sufriendo insistentes pedidos de feligreses y jerarcas de la Iglesia Católica para definirse en contra de la iniciativa. También se decía que Fernández Patri no estaba convencido de la redacción del proyecto. Y otros indicaban que ambos habían sido presionados directamente por el gobernador Gildo Insfrán para votar contra el aborto legal. Ese fue finalmente su voto.
También se mencionaba a Massot como "muy activo" en las tareas de cabildeo sobre los diputados que aún no habían tomado postura.
En el grupo de diputados que promueven el proyecto estaban enardecidos con el legislador por Córdoba. "Se está pasando de la raya y no le va a salir gratis", advirtió una diputada en la puerta del Salón de los Pasos Perdidos.
También hubo innumerables reuniones entre diputados. Los Andes pudo saber que la cordobesa radical Olga Rista fue al despacho de su coterránea justicialista Alejandra Vigo para intentar convencerla de que no votara en contra del proyecto. Las gestiones, al parecer, tuvieron efecto: fue la única abstención y así favoreció a la suerte de la iniciativa.
Precisamente Vigo había sido una protagonista invisible de la última reunión del plenario de comisiones, realizada el martes, cuando presentó un proyecto alternativo de despenalización del aborto (no de legalización) y después lo retiró.
Una diputada dijo a este diario que fue el propio Massot quien le indicó a Vigo que no presentara la propuesta: el jefe del bloque macrista entendió que un dictamen alternativo de despenalización iba a dividir en el recinto los votos de los antiabortistas y propiciaría la victoria de los promotores del aborto legal.
Entonces, convenció a Vigo de cajonear su propio proyecto y cerrar filas.
La postura de la esposa del gobernador Juan Schiaretti ayer era todo un misterio: ni este diario ni otros medios había logrado contactarla para consultarla al respecto.
En el bando verde también el lobby estuvo a la orden del día: la actriz Dolores Fonzi anduvo recorriendo despachos y mandando audios de WhatsApp para tratar de convencer a los indecisos, al igual que la esposa de Sergio Massa, Malena Galmarini.
La revolución de las hijas
En la decisión de voto de los diputados la familia tuvo una especial incidencia. En particular, las hijas y las esposas.
Según pudo saber Los Andes, el diputado Eduardo Amadeo tenía a sus cinco hijos intentando convencerlo de que reconsiderara su postura. Durante toda la jornada se especuló con que el legislador del PRO se ausentaría pero finalmente estuvo presente y votó, como había anunciado, en contra.
Similar caso fue el de su compañero de bloque Álvaro González, con su mujer y su hija: intentaron convencerlo de votar a favor, pero votó en contra.
La massista Mirta Tundis, a su vez, reveló que fue su nieta de 12 años la que la convenció de apoyar la legalización. "Todos saben que en 2016 voté en contra (de la despenalización). Pero al escuchar todas las voces y necesidades, empecé a abrir mi cabeza", explicó la experiodista de TN.
En la bancada massista también el diputado José Ignacio de Mendiguren contó que su cambio de postura, de estar en contra a apoyar el proyecto, fue en buena parte producto de sus conversaciones familiares.
"Caminé mucho con mis hijos, por supuesto que esto influyó mucho", le dijo el también expresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) a Los Andes.
En los pasillos se comentó también que el macrista Alejandro García decidió su voto a favor influido por las opiniones de su hija.
Cómo sigue
La media sanción ahora será girada al Senado, donde deberá transitar el mismo camino parlamentario: debate en comisiones, firma de dictámenes y tratamiento en el recinto.
En la Cámara alta, por el perfil conservador de sus integrantes, las chances para el aborto legal hoy por hoy son desfavorables, aunque este resultado en Diputados puede alterar ese escenario, sobre todo porque no se conoce la posición de muchos de los senadores.
Según un conteo realizado por Los Andes, son 18 los senadores que se han declarado abiertamente a favor de la legalización del aborto, contra 27 que lo han hecho en contra. Los indefinidos, 27. Para la sanción en el Senado, si todos estuvieran presentes, se requerirían 37 votos.
Si el Senado convierte en ley la despenalización del aborto, el presidente Mauricio Macri deberá tomar su decisión: promulgación, veto o veto parcial.
El mandatario ya hizo saber, a través de voceros, que respetará la posición del Congreso. Esto significa que promulgará la ley y no la vetará, como lo hizo recientemente con la ley antitarifazo de la oposición.
Aunque está en contra de la legalización y "a favor de la vida", el mandatario promovió el debate parlamentario del aborto legal, en un hecho inédito en la historia argentina.